La tortuosa mentalidad de los feminicidas

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Detrás de la espeluznante secuela de asesinatos a mujeres,  degolladas o descuartizadas, lo alarmante es que los feminicidas aparentaban ser personas “ normales” pero ante  sus parejas volcaban sus odios por múltiples razones, especialmente celos obsesivos o amenazas de abandono.

Pese a que el feminicidio es una gravísima amenaza social, muchas  autoridades policiales o judiciales , prefirieron dudar de las víctimas,  pese a las huellas de violencia, hasta que se registrase el crimen y recién se activasen las alarmas traes el prófugo criminal.

No existe un estudio que precise o defina el perfil de un feminicida. Cualquier hombre podría serlo, según afirma Evelyn Flores, enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia. Pero existen algunas características que se deben tomar en cuenta para evitar ser la próxima víctima.

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Los estudios revelan que la mayoría son hombres que sienten aversión hacia las mujeres o no confían en ellas pero las sojuzgan como si fuesen de su propiedad y, ante el temor de ser abandonos las amenaza con la escabrosa frase de “serás mía o de nadie”.,

El misógino psicópata, que puede llegar a ser un criminal tiene cierta historia con sus padres. Llega a sentir odio, principalmente por la madre. El odio a la mujer nace odiando a la madre, por lo que empieza su círculo de odio en la propia casa y forja su carácter con sus propias experiencias y aprendizajes de machismo desde muy niños.

La violencia es aprendida y sustentada con una creencia falsa del machismo, dice la doctora Gioconda Cajina, quien explica  que la violencia es aprendida y sustentada con una creencia falsa del machismo, superioridad, masculinidad falsa, es decir, todo lo que la “cultura social” le otorga al hombre, entonces el niño crece con esa filosofía.

21 de marzo de 2o19

Las investigaciones científicas destacan la importancia de la asimilación de conocimientos de los niños y, señalan como ejemplo el caso de niños secuestrados por los lobos a los 3 y 4 años quienes, después de un largo tratamiento pudieron ser recuperados y rehabilitados socialmente{

Los bebés secuestrados antes de un año de edad nunca se rehabilitaron y siguieron creciendo como si fueran cachorros de lobo.

En un hogar inmerso en un ambiente de violencia, incluso con series infantiles en la televisión donde se exaltan las peleas y venganzas, es un caldo de cultivo para los futuros machistas.

Cada  feminicida tiene su propia historia, no hay un indicio psicológico que haga indicar que es una persona con tentación de matar. No podemos decir que porque no crecieron con sus madres, padres o fueron abandonados, ellos serán asesinos en potencia. Aunque, según la psicóloga, son datos que se toman en cuenta a la hora de estudiar a dichos hombres.

Los  feminicidas son hombres machistas, agresivos, agresores, que están claros que ejercen un poder sobre la mujer, planifican y ejecutan lo que desean hacerle . incluso quitarle la vida.

Es un comportamientos machista, porque el supuesto poder sobre la mujer viene de esa conciencia machista. De creerse dueños de la vida de la mujer, de considerarse que ellos tienen el poder sobre la vida de la mujer… Los feminicidas son hombres normales, que no tienen ningún problema de salud mental.

La doctora Cajina coincide al expresar que estos hombres no son enfermos mentales (aunque algunos podrían ser psicópatas), lo que sí padecen es de una enfermedad moral y social.

“El caso es que el misógino tiene una serie de características que lo hacen ser una persona con problemas de tipo afectivos, conductuales y actitudes. No es amor lo que ellos necesitan de la mujer, es sexo. El misógino incluso no quiere mantener a la mujer. Él solo necesita que le sean fiel y cuando en eso le fallan se vuelve loco, no lo soporta”, agregó.

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Estos  hombres no soportan un no de una mujer. Están convencidos que las cosas tienen que ser como ellos dicen. No respetan la voluntad ajena, el deseo de la mujer de no estar con él. Pueden ser celosos, pero sobre todo egoístas.

Tienen doble personalidad. Pueden ser hombres profesionales, inteligentes y manejan ante la gente una imagen pulcra, que no hace sospechar el desprecio que sienten por la vida ajena.

Tras las golpizas perpetradas a sus parejas, piden perdón de rodillas y, a los pocos días, repiten su salvajismo aumentando la intensidad de sus ataques.

La doctora Gioconda Cajina señala que los misóginos son personas que no soportan la idea de ser abandonados. Por eso es mejor actuar con cautela con ellos, más si se trata de separarse, es donde deben planear esa separación, no actuar con arrebato.

“Cuando vayan a dar ese paso, el de separarse, deben buscar asesoría, un guía espiritual, psicólogo, un miembro de la familia, que esa persona respete el proceso”, indica la doctora y también recomienda que cualquier hombre que sienta deseos incontrolables de hacerle daño a su pareja, debe buscar ayuda psicológica.

Evelyn Flores, enlace nacional de la Red de Mujeres contra la Violencia, considera que tanto el Gobierno como la población deberían estar alarmados por esta ola de feminicidios.

“A nosotras en la Red de Mujeres contra la Violencia nos preocupan tanto los feminicidios en grado de frustración, como los que se logran perpetuar. Y para nosotras lo que más nos interesa es que haya igualdad de acceso a la justicia en cualquiera de los dos casos, porque estos hombres le estaban intentando arrebatar la vida a las mujeres. Aquí la justicia debe cumplirse tal como se dice en la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres. Dictar sentencia por el feminicidio y castigar todo intento”, expresa Flores.

La psicología está desarrollando más y mejores proyectos de investigación sobre la tipología del feminicida para ayudar a paliar, prevenir y tratar con más eficacia este vergonzoso problema que nuestra sociedad aún arrastra incomprensiblemente.

 

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