CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco conmemoró este Viernes Santo la Pasión del Señor con un acto en el que el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, demandó a las religiones que no permanezcan indiferentes ante la pobreza.
El acto, con el que se conmemora la Pasión de Cristo, empezó con el papa Francisco tendido unos minutos orando ante el altar papal, bajo el que se cree que están los restos de San Pedro.
El papa Francisco participó de la ceremonia vestido con paramentos rojos, sentado en un trono frente a la escultura de San Pedro y en silencio, sin ofrecer ninguna homilía.
La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión.
El predicador de la Casa Pontificia indicó en su homilía que la Iglesia católica «ha recibido el mandato de su fundador de ponerse de la parte de los pobres y los débiles» y animó a todas las religiones a «promover la paz» y a «no permanecer en silencio ante el espectáculo que está ante la mirada de todos».
«Pocos privilegiados poseen bienes que no podrían consumir, aunque viviesen incluso siglos enteros, y masas aniquiladas de pobres no tienen un trozo de pan y un sorbo de agua por dar a sus hijos. Ninguna religión puede permanecer indiferente, porque el Dios de todas las religiones no es indiferente ante todo esto», resaltó.
Fotos EFE/Video Rome Reports