Panamá: Mujeres están infrarrepresentadas a pesar que son 50.2% de electores

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PANAMÁ.- A pesar de que las mujeres representan la mitad de la población panameña, cuando los electores vayan a las urnas el próximo mayo a renovar todos sus cargos de elección popular, se encontrarán con que solo el 16% de son candidaturas principales femeninas.

El porcentaje está tan solo dos puntos por encima de las elecciones del 2014, con la diferencia de que esta vez sí hay una mujer en la contienda presidencial: la exfiscal general Ana Matilde Gómez, que compite como independiente contra otros seis candidatos y a quien los sondeos auguran uno de los últimos puestos.

El panorama tampoco es muy alentador en la carrera por la vicepresidencia, donde solo figuran la ingeniera Nilda Quijano por el oficialista Partido Panameñista (PPa) y la profesora universitaria Maribel Gordón por el izquierdista Frente Amplio por la Democracia (FAD), ambos partidos también por detrás en las encuestas.

«Hay una infrarrepresentación de las mujeres en los procesos políticos de Panamá, América Latina y el resto del mundo», afirmó a Acan-Efe la especialista regional de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Eugenia Pita López.

Más de 2.7 millones de electores -de los cuales el 50.2% son mujeres– elegirán el próximo 5 de mayo a 1,721 cargos de elección popular, entre ellos presidente, vicepresidente, diputados a la Asamblea y al Parlamento Centroamericano (Parlacen), alcaldes, representantes de corregimiento y sus respectivos suplentes.

La directora ejecutiva institucional del Tribunal Electoral, Yara Campos, reconoció a Efe que «hacen falta más cambios legales» porque la reforma electoral aprobada en el 2017 para fomentar la paridad de género en las listas de los partidos ha resultado ser una «trampa».

La nueva norma, que obliga a los partidos a presentar un principal y un suplente de distinto sexo, no ha tenido los efectos esperados en las candidaturas principales y lo único que ha provocado es que la proporción de mujeres que se presentan como suplentes haya subido considerablemente, del 28% al 45% en los últimos cinco años, apuntó la funcionaria.

«No podemos vivir en condiciones de igualdad si no se participa en igualdad», añadió Campos, para quien la brecha política se combate desde la infancia: «A las niñas no hay que enseñarles a ser princesas, sino presidentas».

«Ocupar las suplencias no es igualdad, es un nuevo techo de cristal», denunció por su parte a Acan-Efe la presidenta del Foro Nacional de Mujeres de Partidos Políticos (Fonamupp), Juana Herrera, cuya organización lanzó recientemente la primera escuela para mujeres políticas de Centroamérica.

 

La fotografía de Panamá coincide con la realidad que está viviendo América Latina, una región que hace unos años llegó a ser un referente mundial con cuatro países liderados a la vez por mujeres (Costa Rica, Chile, Brasil y Argentina), y que actualmente no cuenta con ninguna jefa de Estado.

La experta de la ONU dijo que la región está viviendo un «retroceso» en materia de representación femenina, pero indicó que la lucha por la igualdad no es un proceso «

de blancos y negros» y que no se puede hablar de una regresión «total» porque hay más gabinetes paritarios y vicepresidentas que nunca.

«Lo importante no es solo que las mujeres lleguen al poder, sino que lleguen aquellas que tienen un compromiso con la igualdad», añadió Pita López.

Panamá fue uno de los primeros países en Latinoamérica en tener una mujer presidenta: Mireya Moscoso, que gobernó el país entre 1999 y 2004 y fue la encargada de recibir el canal interoceánico de Estados Unidos.

El país centroamericano alcanzó un nuevo hito en las pasadas elecciones del 2014 al elegir a Isabel de Saint Malo como la primera vicepresidenta. «Cuando las mujeres llegan al poder, ganamos todos. Por lo general, las mujeres están más comprometidas con sus comunidades y su gestión es más inclusiva y transparente», concluyó Herrera.

⊕ EFE/María M.Mur

 

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