OVIEDO/España).- El dramaturgo inglés Peter Brook fue distinguido este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de las Artes como indiscutible «maestro de generaciones» y ser uno de los «grandes renovadores de las artes escénicas, con montajes de alto compromiso estético y social» y puestas en escena de «gran pureza y simplicidad».
«Es una alegría caída del cielo», señaló a EFE tras hacerse público en la ciudad de Oviedo el fallo del jurado, que le ha sorprendido en Suiza, donde, a sus 94 años, está terminando su último proyecto teatral, «Why».
Este audaz y polifacético inglés, que se estrenó como director con apenas 20 años, sigue en activo y lo seguirá estando «mientras pueda ser útil» porque «si no la vida no tiene interés».
Considerado el mejor director teatral del siglo XX y uno de los grandes renovadores del teatro contemporáneo, Peter Brook (Londres, 1925), que también dirigió ópera y cine, ha trabajado en escenarios de toda Europa y en países como India, Sudáfrica e Irán, entre otros.
Es un «maestro de generaciones» que abrió «nuevos horizontes a la dramaturgia contemporánea, al contribuir al intercambio de conocimientos entre culturas tan distintas como las de Europa, África y Asia», recoge el fallo del jurado, que destaca también la pureza de sus puestas en escena, «fiel a sus conceptos de espacio vacío».
Su presidente, el director del Museo de Bellas Artes de la ciudad de Bilbao, Miguel Zugaza, fue quien leyó el fallo este mediodía desde el Hotel de la Reconquista de Oviedo, donde Brook tiene previsto acudir el próximo octubre para recoger el galardón de manos del rey Felipe.
Pionero del teatro experimental británico, fue director de la Royal Opera House y la Royal Shakespeare Company a mediados del siglo pasado, antes de trasladarse a París y fundar en 1971 el Centro Internacional de Investigación Teatral, actualmente Centro Internacional de Creaciones Teatrales), del que es director y en el que ha trabajado con actores de todo el mundo.
En París, donde vive desde hace casi medio siglo, también dirigió, entre 1974 y 2010, el teatro parisino Les Bouffes du Nord.
De sus obras, que abarcan casi todos los estilos teatrales, destacan títulos como «Medida por medida» (1950), «La tempestad» (1955) o «La visita» (1958), además de «El rey Lear» (1962), «The Screens» (1964), «Marat-Sade» (1964), «Timón de Atenas» (1974) y «El jardín de los cerezos» (1981), entre otras.
En 1985 presentó «Mahabharata», un montaje teatral de seis horas de duración que supuso su consagración definitiva.
Entre sus últimos trabajos se encuentran «Sizwe Banzi est mort» (2007), «Eleven and Twelve» (2009) y «Warum Warum (2010).
Propuesta por el escritor y periodista Antonio Lucas, la candidatura de Brook se impuso por mayoría en las últimas votaciones de un jurado integrado por ocho hombres y cuatro mujeres que la seleccionaron entre las 40 propuestas de 17 nacionalidades que se presentaron en la XXXIX edición de los premios.
Entre los jurados, el actor y director catalán José María Pou, habló por teléfono con el propio Brook minutos después de que fuese proclamado ganador, una decisión que le hizo sentirse «feliz como un niño» y con la que reflejó la «enorme vitalidad que sigue teniendo».
El galardón de las Artes fue el primero en fallarse de los ocho premios que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias, que la semana que viene concederá el de Comunicación y Humanidades.
El pasado año, el jurado concedió este galardón al director, guionista, actor y productor estadounidense Martin Scorsese, uno de los cineastas más reconocidos de Hollywood.
En la nómina de ganadores de este Premio también se encuentran, entre otros, Núria Espert, Francis Ford Coppola, Michael Haneke, Norman Foster, Woody Allen, Paco de Lucía, Vittorio Gassmann, William Kentridge o Bob Dylan.
Cada uno de los ocho Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de 56.167 dólares (50.000 euros).
EFE/Foto: rtpa.es