MOSCÚ.- El líder norcoreano, Kim Jong-un, este miércoles llegó a Vladivostok, en el Extremo Oriente, donde se reunirá este jueves con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, esperando encontrar un aliado en las negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.
«Espero que esta visita sea exitosa y útil, y espero que durante las conversaciones con el presidente Vladímir Putin, pueda abordar los temas relacionados con la solución de los problemas de la península coreana y el desarrollo de nuestras relaciones», dijo Kim al poco de cruzar la frontera norcoreana-rusa y pararse en la localidad de Jasán..
Aparte de los elogios hacia Rusia, país que su padre, Kim Jong-Il, «amaba» y que visitó en tres ocasiones (2001, 2002 y 2011), fue lo único que el líder norcoreano dijo acerca del primer encuentro que mantendrá con Putin este jueves en la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la isla Russki.
Kim fue recibido con honores militares en la estación ferroviaria de Vladivostok, en la primera visita del líder norcoreano a Rusia desde que llegó al poder en 2011.
Para Putin, la visita, que se produce dos meses después de la fallida cumbre en Hanói entre Kim y el presidente Donald Trump, es una manera de demostrar que Moscú sigue siendo un actor global relevante y que preserva cierta influencia en la península.
El presidente ruso se ha esforzado desde el año 2000 por reparar los lazos con Corea del Norte, que se quedaron seriamente dañados bajo el liderazgo del último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, y el primer presidente de Rusia, Borís Yeltsin.
Estos se inclinaron más por Corea del Sur y por aplicar dureza hacia Pyonyang por su programa nuclear.
Rusia, que formó parte de las conversaciones a seis bandas para el proceso de desnuclearización de Corea del Norte (las dos Coreas, EEUU, Rusia, Japón y China) que duraron de 2003 a 2009, se ha ofrecido en varias ocasiones como mediador entre Seúl y Pyonyang.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, calificó este miércoles de «incorrectas»las informaciones que aeguran que el presidente ruso tiene la intención de pedir a Kim que regrese al diálogo de las seis potencias, pero sí aclaró que «en estos momentos no hay otros mecanismos internacionales efectivos».
«Y por tanto, claro está, distanciarse completamente de este formato es imposible», recalcó, al tiempo que subrayó que pese a ello «cualquier esfuerzo destinado a desnuclearizar la península coreana y normalizar las relaciones» entre Seúl y Pyonyang, merece un apoyo.
Para Kim la visita tiene -por ahora- un valor simbólico importante, porque su reunión con Putin le sirve para demostrar a Trump que tiene otros interlocutores además del inquilino de la Casa Blanca y su principal valedor, China, con cuyo presidente, Xi Jinping, se ha reunido en varias ocasiones en el último año.(ECHA- Agencias)