Somos iguales en dignidad, derechos y deberes

 

LA VIDA TRANSCURRE ENTRE LAS PREGUNTAS INTELIGENTES Y LAS RESPUESTAS ACUÑADAS CON SABIDURÍA

Machismo – feminismo – amor – odio nos plantean preguntas y buscan respuestas urgentes en este Siglo XXI.

Los seres humanos somos al mismo tiempo hijos de las preguntas y padres de las respuestas.

Nuestra vida de niños transcurre entre las preguntas oportunas e inoportunas, y siempre sobresalen las preguntas inteligentes.

Y como una supuesta contracara, surgen también en forma oportuna e inoportuna, las respuestas, muchas veces ya prefabricadas, y otras muy creativas, algunas apuntando hacia la sabiduría.

Podemos preguntarnos: ¿No será que por estos dos caminos también vienen marchando el AMOR y el ODIO, la ESPERANZA y la DESESPERANZA?

En esta semana de la reflexión necesaria, podemos intentar avanzar entre las preguntas inevitables y las respuestas preguntonas.

La batalla entre Pilatos y Jesús, como entre un empresario y un trabajador, giran al alrededor de las preguntas sin respuesta, y de las respuestas sin pregunta. Se impone el lenguaje del explotador, y se sabe quien carga con la cruz, cada vez más pesada.

Hoy estamos obligados a interpretar a fondo el sentido y alcance de la imaginación, de los sentimientos, de la emocionalidad y de la inteligencia múltiple, que nos obliga a ser más exigentes con nosotros mismos, ya que es fundamental afirmar nuestra identidad poniendo a prueba nuestra inteligencia cognitiva, emocional y práctica.

Está en juego nuestra propia subjetividad: SER SUJETOS y NO MEROS OBJETOS del aprendizaje inevitable.

En ese sentido, podemos coincidir con una linda afirmación que expresa:

“No es la respuesta la que te ilumina, sino la pregunta”

Como nos dice un interesante pensador, Daniel Borrillo: “estamos viviendo momentos inquietantes”, y menciona la homofobia creciente, que debemos abordarla con sensatez.

Existe un clima de intolerancia llamativo. Posiblemente en América Latina lo esté sintetizando el nuevo Presidente del Brasil: Jair Bolsonaro, de extrema derecha.

En efecto, su Ministra de la familia, Damares Alves, evangélica, en el mismo momento de asumir su función, expresó:

“Atención, atención, una nueva era se abre en Brasil: los nenes se visten de celeste y las nenas de rosa”.

OJO: tanto el celeste como la rosa, no están en oposición. Y no puede concebirse su uso para sembrar el odio.

En Hungría, el Presidente Viktor Orban, también de la extrema derecha, introdujo el término “ILIBERAL”. Es homofóbico.

Todo parece tener un denominador común: sembrar el odio y condenar el feminismo, de tal suerte que ya se habla de la sustitución y oposición entre la cuestión social y las cuestiones de género, buscando sustituir la lucha de clases por una guerra cultural, donde “el puritanismo ha ocupado el lugar del humanismo”.

Se menciona que la dominación de género es la más antigua y primitiva de las dominaciones, y que es decisivo, abordarla con seriedad para superarla en términos culturales y signo liberador.

Es entonces que debemos preguntarnos: ¿Es posible que en este Siglo XXI, seamos incapaces de superar el machismo, para lo cual sería imprescindible abortar el feminismo, y así garantizar la continuidad de una dominación ya inaceptable?

Los estudiosos nos dicen que: “Resurge nuevamente la vieja alianza del liberalismo económico más salvaje con el conservadurismo moral más reaccionario”.

Una primera respuesta sensata debe partir de que la lucha entre el bien y el mal y la búsqueda de la verdad, es permanente en la vida, que debemos encararla con mucha sensatez; y la segunda respuesta, es que debemos aprender en este Siglo XXI a domesticar tanto al machismo como al feminismo, para lo cual, la problemática de igualdad y equidad de género, debemos asumirlo con mucha inteligencia, con moderada emocionalidad y con sentido de oportunidad fiel a la marcha de la historia.

Y tengamos siempre presente que el capitalismo es salvaje por lo devorador que es. Busca fagocitarse toda tarea subversiva que intente quebrantar los pilares de su reproducción.

Luchemos contra el machismo, y entendamos que el feminismo es su réplica histórica, que también tendrá su término.

Es crucial comprender y entender que la igualdad-equidad de género, nos ilumina en el sentido de que en esa perspectiva, se consustancian los cuatro elementos clarificadores. Tanto la mujer como el hombre:

  1. Somos iguales en dignidad, derechos y deberes
  2. Somos diferentes por los dictados de la biología-ADN-
  3. Somos complementarios, para reproducir en forma incesante la vida y la continuidad de la especie humana.
  4. La variedad que se presente en el camino, debemos aprender a respetarla, sin ninguna tentación invasiva.

Por todo ello, estamos incorporados en la lucha social – sindical – política, con signo liberador, siendo militantes del Humanismo Integral, que nos convoca en la dirección del AMOR.-

 

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