BEIJING.- Los emisarios del presidente chino, Xi Jinping, desconocen sus compromisos de cambiar las leyes para resolver las quejas principales que llevaron a Washington a iniciar la guerra comercial, aseguraron fuentes del gobierno de Donald Trump y del sector privado con acceso a las negociaciones.
El cable diplomático de Beijing llegó a Washington en la noche del viernes, con ediciones sistemáticas a un borrador de acuerdo comercial de casi 150 páginas que haría estallar meses de negociaciones.
Voceros de EEUU consideran que fue una forma de volver a poner en discusión todo lo avanzado en las complicadas negociaciones entre las dos principales potencias económicas del mundo, ante lo cual el gobierno de Donald Trump reaccionó con molestia y la tensión hizo temblar a las bolsas de todos los continentes.
El líder negociador chino, Liu He con los delegados de EEUU Steven Mnuchin y Robert Lighthizer
El documento estaba plagado de reversiones por parte de China que desconocían las demandas centrales de Estados Unidos, según informaron fuentes del gobierno estadounidense y otras tres del sector privado conocedoras de las conversaciones.
En cada uno de los siete capítulos del borrador, China desconoció sus compromisos de cambiar las leyes para resolver las quejas principales que llevaron a Estados Unidos a iniciar la guerra comercial: robo de propiedad intelectual y secretos comerciales estadounidenses, transferencias forzadas de tecnología, política de competencia, acceso a los servicios financieros y manipulación cambiaria.
Según se conocía hasta unos días atrás, solo estaba pendiente la discusión por el método de revisión de cumplimiento del acuerdo pero China habría decidido a cambiar puntos que ya estaban definidos y acordados.
El presidente Donald Trump dialoga con el vicepremier chino Liu He en la Casa Blanca el pasado 4 de abril
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió en un tuit el domingo en el que prometió aumentar los aranceles del 10 al 25 por ciento a productos chinos valorados en 200.000 millones de dólares este viernes, en vísperas de la visita programada del viceprimer ministro chino Liu He a Washington para continuar las negociaciones.
La eliminación del lenguaje legal vinculante del borrador afectó directamente a la máxima prioridad del representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, quien considera que los cambios en las leyes chinas son esenciales para verificar el cumplimiento tras años de lo que funcionarios estadounidenses calificaron como de promesas de reformas vacías.
Lighthizer ha presionado mucho por un régimen de cumplimiento más estricto que un típico acuerdo comercial, lo que, según una fuente afincada en Washington conocedora de las conversaciones, dificulta «la arquitectura central del acuerdo». (ECHA- Agencias)