JOHANNESBURGO (Sudáfrica).- El Congreso Nacional Africano (CNA), con el presidente Cyril Ramaphosa a la cabeza, mantendrá el poder en Sudáfrica pese a cosechar sus peores resultados en unas elecciones generales desde la llegada de la democracia, en 1994.
Con el 96% de los distritos electorales escrutados, el CNA se adjudica el 57.7% de los votos (unos 9.3 millones) de las elecciones generales celebradas este miércoles, según los resultados provisionales publicados hoy por la Comisión Electoral Independiente (IEC).
Los comicios tuvieron, además, la participación más baja de la historia democrática del país africano (65.66% del electorado), precisó la IEC.
Ese triunfo garantiza al CNA la mayoría parlamentaria necesaria para asegurar la continuidad de Ramaphosa, exsindicalista y uno de los hombres más ricos del país, como presidente para un mandato de cinco años.
No obstante, el descontento con los escándalos de corrupción del CNA, los graves problemas socioeconómicos -como la extrema desigualdad heredada del sistema segregacionista del «apartheid» o el elevado desempleo (27%)- han pasado factura al antiguo movimiento de liberación que lideró el legendario presidente Nelson Mandela.
Pese a todo, seguirá invicto en democracia, gracias en gran medida al lavado de cara que promueve Ramaphosa desde que asumió la Presidencia a comienzos del 2018, después de que Jacob Zuma (2009-2018) fuera forzado a dimitir de ese cargo por el propio CNA con la imagen del partido tan desgastada, que se cuestionaba que el bloque pudiera mantener su mayoría más allá del 2019.
«Cuarenta y ocho partidos participaban. ¿Qué había que esperar? (…) La cuestión es que la marca CNA es todavía la marca del pueblo de Sudáfrica», respondió hoy a la prensa el secretario general del partido, Ace Magashule, respecto a la caída del apoyo a su bloque.
Esta nueva victoria del CNA se confirmó justo el día en el que se cumple el 25 aniversario de la jura de Nelson Mandela (1994-1999) como el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica.
Los principales partidos opositores, por su parte, quedaron a mucha distancia del ganador.
El rival más importante, la liberal Alianza Democrática (AD, de centro y tradicionalmente asociada al voto de la población blanca), ha sufrido incluso una ligera bajada en comparación con los comicios generales del 2014.
Bajo el liderazgo de Mmusi Mimane, su primer jefe de raza negra, la AD se queda con un 20.69% de los votos (unos 3.3 millones) en este punto del escrutinio, que discurrió con bastante retraso respecto al horario previsto.
«Un día este país entrará en una era post movimientos de liberación», afirmó Maimane a la prensa por la mañana, «orgulloso» de haber afianzado el «centro», según él, frente al «nacionalismo», el «populismo» y las trincheras raciales.
«Fue una campaña muy competida. Una de las cosas que ha pasado es que el partido gobernante puso un nuevo conductor (Ramaphosa) en un autobús que está roto», agregó.
Los principales beneficiados de la fuga de votos del CNA son los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés), un grupo de extrema izquierda liderado por Julius Malema (antiguo líder de las juventudes del CNA hasta que fue expulsado).
Con su discurso populista, EFF supo atraer a los desencantados con el CNA y a los jóvenes (especialmente los de los estratos sociales más desfavorecidos) hasta doblar sus cifras del 2014.
Actualmente, se asienta como tercera fuerza del país, con un 10.54% de los votos (unos 1.7 millones), pese a que la formación apenas tiene seis años de historia.
La campaña hasta los comicios fue pacífica, así como la jornada de votación.
No obstante, este jueves los partidos de la oposición trasladaron dudas a la comisión electoral sobre el posible voto múltiple de electores en algunas regiones.
La IEC está estudiando las quejas, por las que ya fueron detenidas unas 20 personas dado que votar más de una vez está penado.
Paralelamente, una treintena de partidos pequeños que apenas suman representación está cuestionando la equidad de los resultados y no descarta ir a los tribunales.
En los comicios del 8 de mayo también se votaba para renovar los órganos de poder a nivel provincial, con grandes incógnitas sobre importantes territorios como el Cabo Occidental (en el suroeste, donde está Ciudad del Cabo) y la de Gauteng (centro), que alberga Pretoria y Johannesburgo.
El Cabo Occidental permanecerá como bastión de la AD, y en Gauteng aún se cuentan votos con el CNA al borde de perder la mayoría por primera vez.
Salvo graves imprevistos, la proclamación oficial de los resultados electorales se espera que se produzca este sábado, mientras que la ceremonia de investidura del nuevo presidente está programada para el 25 de mayo.
EFE/Nerea González
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