WASHINGTON .- El gobierno de Irán se niega a renegociar el pacto nuclear como plantea la Casa Blanca y las amenazas de nuevas sanciones por parte del presidente Donald Trump, con lo que la tensión en el Golfo Pérsico tiende peligrosamente a recrudecer.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, declaró el pasado martes que su país “no busca una guerra” con Estados Unidos y el presidente Donald Trump hizo saber dos días después que él tampoco quiere que la lección que pretende dar a la República Islámica llegue tan lejos.
En su habitual estilo, Trump pasado su número a los dirigentes iraníes y se proclama seguro de que Teherán “estará dispuesto a hablar pronto” pero todo indica que su teléfono no va a sonar comentó el diario español El País.
Existe un patrón en la estrategia de política exterior de Donald Trump, que muchos sitúan en su experiencia en el mundo de los negocios.
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“El presidente primero lanza una fanfarronada, luego intimida y provoca una crisis, para forzar a la otra parte a ceder y llegar a un acuerdo que será, por mínimas que sean las concesiones, ‘el mejor del mundo”, explica Mark Cancian, del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, con sede en Washington.
“Ese método de fanfarronada e intimidación es muy diferente as los métodos tradicionales de la diplomacia”, añade.
Así presentó, por ejemplo, su renegociación del NAFTA, el acuerdo comercial con México y Canadá: las pequeñas realizadas por los dos países ante la amenaza de una ruptura convirtieron un acuerdo “horrible” en “el mejor de la historia”,
7 de febrero de 2019
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A ese patrón parece obedecer su estrategia con Irán: el presidente siempre confió en que llevando la situación al límite lograría atraer a Irán a la mesa negociadora. Pero en este complicadísimo
Con la relación transatlántica cada vez más maltrecha tras dos años de desplantes de Trump, sus aliados europeos no dan signos de querer acompañar a Estados Unidos en una escalada bélica basada en una inteligencia poco transparente, que inevitablemente evoca a las circunstancias que rodearon la invasión de Irak de 2003.
Reunión de líderes árabes
No obstante, la preocupación que han causado los ataques esta semana contra cuatro petroleros en aguas de Emiratos Árabes e instalaciones de bombeo de crudo en Arabia Saudí, han llevado a rey saudí a convocar una reunión de urgencia de los líderes árabes el próximo día 30 en La Meca.
El mundo pide calma. Y, a 18 meses de las elecciones presidenciales en EE UU, lo último que le conviene a Trump es enfangarse en un endiablado conflicto con Irán que le distraiga de su mensaje de “América primero”.
Así que la Casa Blanca trata de echar el freno. Según oficiales anónimos citados por The Washington Post, el Gobierno estadounidense contempla un plazo de seis meses para que las sanciones obliguen al régimen iraní a buscar un acuerdo o enfrentarse a una revuelta en las calles. El presidente aseguró el miércoles por Twitter que confía en que “Irán va a querer hablar pronto”. (ECHA- Agencias)