Luego de cuatro jornadas de votaciones, la Unión Europea (UE) amaneció con un Parlamento fragmentado, marcado por el fin del bipartidismo, el ascenso de los Liberales y Verdes y el crecimiento contenido de fuerzas euroescépticas.
Según los últimos reportes, el Grupo del Partido Popular Europeo fue el ganador de las elecciones de la Eurocámara, celebradas del 23 al 26 de este mes, pero alcanzó solo el 24 por ciento de los votos, por lo que ocupará 180 asientos, 36 menos que en los comicios de 2014.
Por su parte, la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas obtuvo el 19,3 por ciento, lo que se traduce en 145 escaños, 40 menos que hace cinco años.
De esta manera, las dos mayores agrupaciones del Parlamento regional registraron un considerable descenso, perdieron la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta uniendo sus fuerzas y se ven obligadas ahora a establecer pactos con políticos de otras corrientes ideológicas.
En opinión de los analistas, los grandes vencedores de la cita fueron la Alianza de los Demócratas y Liberales, con 109 puestos (40 más que en 2014), y Los Verdes con 69 (17 más) informa la agencia Prensa Latina.
Dichos grupos se convierten así en fundamentales para la formación de coaliciones y su ascenso demuestra el descontento de los ciudadanos con la política tradicional, así como su preocupación por temas como el cambio climático y la inactividad de los Gobiernos.
En el quinto lugar se encuentran los Conservadores y Reformistas (59 asientos), seguidos de los euroescépticos de Europa de las Naciones y de las Libertades (58) y de Europa de la Libertad y la Democracia Directa (54).
Por su parte, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria/Izquierda Verde Nórdica solo obtuvo 39 escaños y el resto fue ocupado por candidatos independientes.
Si bien las fuerzas de ultraderecha y contrarias al proyecto de integración europeo quedaron por debajo de las cifras vaticinadas y no cuentan con la cantidad necesaria para tener un papel determinante en la toma de decisiones, el respaldo alcanzado continúa siendo preocupante.
Los seguidores de esas concepciones triunfaron en naciones como Hungría, Polonia, Reino Unido, Italia y Francia y amenazan con formar un frente unido, liderado por Matteo Salvini y Marine Le Pen y enfocado en la defensa de posturas extremistas, xenófobas y contrarias a la UE.
La Liga, del italiano Salvini, cuenta ahora con 22 eurodiputados más que en las elecciones precedentes y la Reagrupación Nacional, de la francesa Le Pen, ganó siete y propició la primera derrota en urnas al presidente galo, Emmanuel Macron.
La derrota de Macron es interpretada como un aviso con vistas a las elecciones generales de 2022 y reflejan la crisis de su Gobierno, agudizada tras el desarrollo del movimiento de los chalecos amarillos.
Del otro lado del Canal de la Mancha, el Partido del Brexit, liderado por Nigel Farage, obtuvo el mayor apoyo en Reino Unido (32 por ciento), seguido de los Liberal-demócratas, con 19 puntos porcentuales.
Como consecuencia de la inestabilidad interna y el mal manejo del proceso de separación de la UE, los británicos otorgaron a los conservadores solo un 8,7 por ciento, lo cual los ubica en la quinta posición, incluso por debajo de los laboristas (14,8).
Por su parte, Alemania vio sorprendida el crecimiento de Los Verdes, que alcanzaron el 20,5 por ciento de los votos y desplazaron a los socialdemócratas al tercer puesto con 15,8 puntos porcentuales.
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Aunque el bloque de la Unión Democristiana y la Unión Socialcristiana obtuvo el 29 por ciento, el descenso de su socio en la gran coalición de Gobierno perjudica la estabilidad de la administración de la canciller federal Angela Merkel, ya de por sí corrompida debido a varias crisis internas.
Mientras, en España el Partido Socialista Obrero Español ganó tres contiendas al convertirse en la fuerza más votada en los comicios municipales, autonómicos y europeos.
Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, convocó a elecciones anticipadas, luego de que el derechista Nueva Democracia alcanzara un 33 por ciento, nueve puntos más que Syriza.
Un elemento positivo de la cita fue la participación de alrededor del 51 por ciento de los 427 millones de ciudadanos convocados, el mayor índice registrado en años.
Toca ahora dar paso a la reforma de los grupos políticos de la Eurocámara y para mañana está prevista una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, quienes analizarán los resultados de los comicios e iniciarán el proceso de nominación de los candidatos a ocupar los cargos directivos del bloque.
El 2 de julio, en Estrasburgo, Francia, tendrá lugar el primer pleno del nuevo Parlamento y sus miembros deberán elegir a un presidente y 14 vicepresidentes.
Por su parte, el líder de la Comisión Europea será seleccionado el 15 de ese mes y deberá pronunciar su primer discurso a mediados de octubre. (ECHA- Agencias)