Los presidentes ruso, Vladímir Putin, y chino, Xi Jinping, reeditaron hoy la conocida ya como «la diplomacia de los pandas» después de que el gigante asiático regalara a su vecino dos ejemplares de ese plantígrado con fines científicos.
«Me gustaría darle las gracias al señor Xi por la cesión al zoológico de Moscú de dos pandas gigantes», comentó un sonriente Putin en una rueda de prensa ante el júbilo de la sala de conferencias del Palacio del Kremlin.
Putin, una gran amante de los animales que se ha dejado ver con tigres siberianos o leopardos de las nieves, destacó que la práctica de entregar osos panda a otros países «prácticamente no existe».
«Valoramos altamente el gesto de amistad», subrayó Putin, que recibió el regalo durante su visita a China en abril, aunque fue hoy cuando fue inaugurado el pabellón con los dos nuevos inquilinos del zoo moscovita.
Al término de las negociaciones en el Kremlin, ambos mandatarios se dirigieron al zoológico, que se encuentra en el corazón de la capital rusa, una vez este había cerrado sus puertas.
Allí se acercaron al nuevo hogar de los dos pandas -el macho Ru Yi, nacido en 2016, y la hembra Ding Ding, nacida en 2017-, que se comportaron ante los dos jefes de Estado como si se tratara de unos visitantes cualquiera.
Según se pudo ver por la televisión, uno de los pandas, sentado en medio del habitáculo protegido por un cristal, comía afanosamente un palo de bambú, el principal alimento de su dieta diaria y que será traído directamente de la provincia china de Sichuan, su patria chica.
La prensa tomó el nombre de «diplomacia de los pandas» de la «diplomacia del ping-pong», unas partidas de tenis de mesa en territorio de la República Popular de China, que permitió al presidente de EEUU, Richard Nixon, visitar el gigante asiático en 1972, tras lo que ambos países normalizaron sus relaciones.
Mientras, la nueva edición de la «diplomacia de los pandas» es un reflejo de la buena sintonía de Rusia y China en el 70º aniversario de sus relaciones diplomáticas en un momento en que ambos países están enfrentados por diversos motivos con Estados Unidos.
En principio, Ru («Los deseos se hacen realidad») y Ding («El sonido de las gotas cayendo») permanecerán en el zoológico moscovita durante 15 años, plazo en que los especialistas rusos estudiarán sus hábitos y la posibilidad de que pandas en cautiverio puedan volver a aclimatarse a la vida salvaje.
Según el zoológico, los visitantes podrán ver a los pandas a partir de mañana jueves, aunque tendrán que comprar una entrada especial y comportarse de manera muy civilizada, ya que los pandas son muy jóvenes.
China regaló a la URSS su primer panda gigante en 1957 como muestra de las buenas relaciones entre ambos regímenes comunistas. EFE