SAO PAULO (Brasil).- El conglomerado brasileño Odebrecht (ODB), que se vio involucrado en un escándalo de corrupción de dimensiones internacionales, solicitó acogerse a ley de quiebras a la Justicia del país suramericano, informó este lunes la compañía.
La empresa explicó en un comunicado que el pedido, presentado ante un tribunal de Sao Paulo, contempla 83,627 millones de reales (unos 21,400 millones de dólares), 51,000 millones de reales (cerca de 13,100 millones de dólares) de ellos correspondientes a deudas pasivas de reestructuración, según el documento presentado a la Justicia.
Este se trata del mayor pedido a ley de quiebras de la historia de Brasil, por delante de la solicitud de Oi, una de las mayores compañías de telefonía del país y que declaró bancarrota en el 2016, con unas deudas por los 65,000 millones de reales (unos 16,665 millones de dólares).
De acuerdo con Odebrecht, ante el «vencimiento de diversas deudas, la ocurrencia de hechos imprevisibles y los recientes ataques a los activos de las empresas», la administración del conglomerado concluyó que el pedido de «recuperación judicial se convirtió en la medida más adecuada» para posibilitar la «conclusión exitosa» de su proceso de reestructuración financiera de forma «coordinada, segura, transparente y organizada».
En el comunicado, la constructora señaló, además, que el pedido no se extiende a algunas de sus sociedades, como la petroquímica Braskem S.A., Odebrecht Ingeniaría y Construcción S.A., Ocyan S.A., OR, Odebrecht Transport o el astillero Enseada y Atvos Agroindustrial, que ya se había acogido a ley de quiebras el mes pasado.
Asimismo, no están incluidos en la solicitud presentada este lunes algunos activos operacionales en América Latina y sus respectivas subsidiarias, precisó Odebrecht.
Pese al pedido presentado ante un tribunal de Sao Paulo, el grupo Odebrecht aseguró que tanto sus empresas operacionales, como las auxiliares y la propia ODB siguen funcionando «normalmente».
La compañía explicó que, para su decisión, pesó la «crisis económica» que golpeó Brasil en los últimos años, el «impacto en su reputación debido a los errores cometidos» y la «dificultad» que enfrentan las «empresas que colaboran con la Justicia» a la hora de «recibir nuevos créditos y tener sus servicios contratados».
«Pese a las crisis económicas en Brasil y en los países y sectores en los que actúa, (Odebrecht) realizó significativos aportes financieros en sus negocios», sostuvo el grupo en la nota.
Finalmente, el conglomerado, uno de los mayores de Brasil y que se vio envuelto en los escándalos de corruptelas destapados por la Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia del país, garantizó que sigue con los esfuerzos para «optimizar su liquidez y normalizar su estructura de capital» para, así, «reestructurar sus negocios de forma definitiva».
La corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, dónde se investigan pagos de sobornos a políticos por parte de la constructora.
Odebrecht ha firmado acuerdos, que incluyen el pago de multas, con los gobiernos de Estados Unidos, Brasil, Perú, Panamá, República Dominicana, Guatemala, Ecuador y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga y trabaja con otros países para cerrar pactos similares.
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