El ‘Pistolero’ Luis Suárez, el temible delantero uruguayo, tuvo el cuajo de encabezar la lista de penaleros de su equipo pero falló. Fue más Pedro Gallese para contener el disparo de los doce pasos y desde ese momento se gestaba el inicio de la fascinante idea de clasificar a semifinales en la Copa América.
Y cuando era Perú una moneda de escasa denominación, apareció la entrega, la rebeldía y la garra (que tanto pregona Uruguay) para que el que menos pintaba se haría macizo para meterse entre los cuatro mejores de Sudamérica.
Atrás quedó el 5-0 adverso contra Brasil para que el once peruano se sobrevaloraba en extremo, barrer las asperezas del mísero resultado ante el Scratch y ser el Perú que volvió a aparecer con todas las galas para bajarse a un grande del fútbol mundial.
Perú resistió el partido, con el coraje que tenía escondido. Este sábado en Salvador de Bahía se acaloró de fútbol, se sació de virtuosismo y en una arrebatada jornada se bajó al poderoso once charrúa, de Suárez y Cavani.
Paolo Guerrero, Raúl Ruidíaz, Luis Advíncula, Joshimar Yotún y Edison Flores estuvieron en modo perfecto para no fallar en los penales y darle a la bicolor una histórica hazaña para seguir en la puja de la Copa América.
Y uno se acuerda ahora del puntaje perfecto de Colombia y está eliminado, lo mismo Venezuela que daba brincos de grandeza, igualados de diría, pero el equipo de Lionel Messi se encargó de bajarlo de su nube.
Ahora Perú en semifinales. Quien pudiera creerlo tras una dispareja campaña y un lastre encima aplicado por el dueño de casa, pero ya vemos que este equipo de Ricardo Gareca está hecho de una madera de noble hebra para resistir y llegar hasta donde nadie pueda imaginar.
El elogio es para cada uno de los que estuvieron en la cancha. Sin embargo hay que ser justos para valorar a Pedro Gallese, el portero que fue hecho picadillo por su floja actuación ante Brasil.
Gallese no desperdició la ocasión de reivindicarse. Lo hizo con público, para demostrar que es el mejor. Bien Ricardo Gareca por darle la confianza y mantenerlo en el puesto. Y de qué manera respondió. (Hugo Laredo).