BRUSELAS.- Los ministros de Economía de la Unión Europea formalizaron hoy la candidatura de Christine Lagarde para presidir el Banco Central Europeo (BCE), al tiempo que pusieron en marcha el proceso para buscar a un europeo que sustituya a la política como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE «ha adoptado la recomendación formal para nominar a Christine Lagarde como candidata para presidir el BCE», informó la institución que representa a los0 países de la UE.
La semana pasada, los líderes de los Veintiocho ya escogieron a Lagarde como candidata para convertirse en la primera mujer en dirigir el ente emisor de la eurozona.
Tras esa designación, los ministros económicos de la eurozona debían formalizar hoy la candidatura de la exministra gala por mayoría cualificada reforzada (al menos 14 de los 19 socios de la moneda única que representen el 65 % de la población del área del euro).
Aunque en el Consejo participan los ministros de los Veintiocho, la decisión sobre la directiva del BCE corresponde solo a los países que comparten la moneda única.
Después de haber logrado ese respaldo este martes, se iniciarán las consultas con el Parlamento Europeo y el Consejo de Gobierno del BCE, cuya opinión sobre la aspirante no es vinculante.
La decisión final que colocará a Lagarde a la cabeza del banco emisor de la eurozona la tomarán los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre europea de octubre.
De ese modo, la francesa podrá sustituir a Mario Draghi al frente del BCE a partir del próximo 31 de octubre, cuando termina el mandato no renovable de ocho años del economista italiano.
Formalizada la nominación de Lagarde, los países de la UE han empezado ya a debatir de manera informal la elección de un candidato europeo para sustituirla como directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
«Tuvimos una discusión sobre el proceso para nominar al próximo director gerente del FMI. El proceso empezará, pero no tenemos una hoja de ruta clara todavía. Empezaremos con el trabajo ahora mismo y tenemos un claro objetivo (…), tendremos que buscar a un único candidato para este puesto», declaró el titular finlandés, Mika Lintilä, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE.
En cualquier caso, precisó que no se discutieron nombres este martes.
En las quinielas figuran el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney; la directora ejecutiva del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, o el expresidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem.
El ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna, recalcó hoy al llegar al encuentro que su «impresión personal» es que el próximo director gerente del FMI será un hombre.
Preguntado sobre si se podría tratar de Dijsselbloem, Gramegna respondió que cumple con las características que exige el cargo, pero opinó que es «demasiado pronto» para dar nombres.
«Apoyaría a alguien que tiene una buena experiencia en la gestión de crisis en el ámbito internacional. Alguien muy articulado en sus juicios que pueda comunicar ideas complicadas de forma simple», explicó.
En otro orden de cosas, los ministros debatieron sobre posibles fuentes para dotar de nuevos recursos propios al presupuesto comunitario -que se nutre fundamentalmente de aportaciones del presupuesto de cada Estado- de cara a la negociación del marco financiero para 2021-2027.
Los Veintiocho, sin embargo, no han logrado todavía un acuerdo sobre cuáles son las opciones factibles.
«Hay preocupación de que la introducción de nuevos recursos propios podría retrasar el conjunto del presupuesto plurianual», dijo el ministro finlandés de Finanzas.
Sobre la mesa había tres propuestas: una contribución por país en función de su producción de deshechos plásticos no reciclables, una aportación equivalente al 20 % de lo que recaude cada Estado con el sistema de comercio de derechos de emisión de dióxido de carbono (ETS, en inglés) y una contribución procedente de lo que obtuviesen con la denominada base común consolidada del impuesto de sociedades.
Las tres medidas hubieran permitido obtener 22.000 millones de euros al año, según cálculos de la Comisión.
La ministra española, Nadia Calviño, señaló que su país aún necesita «más trabajo técnico» antes de pronunciarse por una u otra de las opciones ligadas a la protección del medio ambiente que permitan obtener recursos propios.
El Consejo aprobó, además, las recomendaciones económicas para cada país emitidas por la Comisión Europea a principios de junio.
En ellas, se destaca que, pese a la incertidumbre global, la economía de todos los Estados de la UE crecerá en 2020 y el paro está en un mínimo récord. En este contexto, recomienda a los países que implementen reformas estructurales, estrategias para aumentar la inversión y políticas fiscales «responsables».
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