NUEVA YORK (EEUU).- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este martes un 0.3% y cerró en 57.83 dólares el barril tras otra jornada centrada en las crecientes tensiones entre EEUU e Irán y las expectativas de un descenso en las reservas.
Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en agosto sumaron 17 céntimos de dólar respecto a la jornada del lunes.
Los precios del petróleo de Texas subieron de nuevo este martes por cuarta sesión consecutiva debido a asuntos geopolíticos pero también nacionales.
Irán ha comenzado a enriquecer uranio por encima del límite permitido al expirar el ultimátum de 60 días que las autoridades de Teherán habían dado a los signatarios europeos del acuerdo nuclear del 2015 para compensar el impacto de la retirada unilateral de Estados Unidos del mismo.
EEUU se retiró del pacto en el 2018 y reimpuso a Irán unas sanciones que el resto de signatarios no han sido capaces de contrarrestar y por las cuales Teherán anunció en mayo que reduciría compromisos nucleares como la venta de los excedentes de uranio y agua pesada.
Washington prometió este lunes que continuará con su campaña de «presión máxima» frente a Irán, al que acusó de «extorsión nuclear», mientras que este martes la Unión Europea reiteró su llamamiento para que ese país no tome más medidas que vulneren el acuerdo y se atenga a sus compromisos.
Por su parte, este martes un portavoz gubernamental de Teherán, Ali Rabiei, respondió a la Unión Europea que su cumplimiento de los compromisos es «proporcional» a la adhesión de los firmantes europeos.
Según recoge la agencia oficial iraní IRNA, Rabiei dijo que las medidas de Teherán para reducir sus compromisos nucleares «son para salvar el acuerdo», que recoge en su punto 36 esta posibilidad, y no suponen por el momento una ruptura del mismo.
Hoy influyeron también la decisión de la OPEP y sus aliados de ampliar sus recortes de producción hasta marzo del 2020, mientras que a la baja lo hizo el conflicto comercial entre EEUU y China, que hace temer a los inversores un enfriamiento de la economía global y, por ende, una reducción de la demanda.
Por otra parte, el mercado está pendiente de conocer los datos semanales sobre las reservas de crudo estadounidense, ya que se prevé una caída de 3.6 millones de barriles, según las estimaciones previas al informe oficial de la Agencia de Información sobre Energía.
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