Dominique Jones: Un «Globetrotter» en los Juegos Panamericanos Lima 2019

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El baloncesto 3×3, que estará presente en los próximos Juegos Olímpicos, se estrenó este sábado en los Juegos Panamericanos que se celebran en Lima con un «globetrotter» en la pista.

Se trata del estadounidense Dominique Jones, un escolta de 31 años que no pudo llegar a la NBA y, tras un paso fugaz por la popular franquicia de los Harlem Globetrotters, ha encontrado en esta nueva disciplina del baloncesto la vía para llegar a la elite y, con suerte, representar a su país en unos Juegos Olímpicos.

«Es un sueño hecho realidad», confesó a la Agencia Efe tras su primer partido en los Panamericanos, donde fue la estrella con 12 puntos en el triunfo de Estados Unidos por 21-14 sobre Venezuela. Los últimos diez puntos del equipo norteamericano, fueron suyos e incluyeron cuatro canastas seguidas desde la línea de 6.75 metros.

«Estoy muy feliz de estar aquí. Uno siempre quiere jugar al nivel más alto y representar a tu país lo es. Nunca había estado en Perú, pero me encanta Sudamérica, conocer una cultura diferente y aspectos distintos», apuntó Jones.

Sin embargo Jones no está en Lima de turismo. En sus planes no entra marcharse de Lima sin la medalla de oro, especialmente después de que Estados Unidos ganase el mes pasado por primera vez el Mundial de esta disciplina, celebrado en Amsterdam, pero sabe que tampoco será fácil.

«Nuestros rivales más fuertes somos nosotros mismos. Si hacemos las cosas que tenemos que hacer y estamos concentrados va a ser muy difícil superarnos y estaremos más cerca de llevarnos el oro», apuntó.

Con un estilo similar al de Chris Paul, su jugador favorito, Jones es el encargado de dirigir el juego del equipo estadounidense de 3×3. Él comienza todas las jugadas de ataque y tiene la paciencia de esperar el momento oportuno para meter el balón a la zona para sus compañeros.

Todo ello con pequeñas genialidades que el público no llega a prever, de esas que solo se entrenan en los Globetrotters como pases por las espaldas o movimientos pícaros que dejan a los rivales desconcertados.

«Jugar para los Globetrotters fue una bendición, especialmente para mí, que soy de Harlem. Fue una gran experiencia formar parte de una organización tan prestigiosa. Me sentí bien y cuidaron de mí», recordó Jones.

«Allí aprendí un par de trucos, pero aquello se trata más de un negocio. Uno siempre tiene que intentar mejorar por su propia cuenta», agregó.

 

Como seña de identidad Jones hace los lanzamientos de tiro libre únicamente con su brazo derecho, sin apoyarse con su mano izquierda como hacen la mayoría de los jugadores. «Lo he hecho desde siempre», afirmó.

Jones es uno de los cuatro integrantes de la selección que Estados Unidos, que completan Jonathan Octeus, Sheldon Jeter y Kareem Maddox, el único miembro de los cuatro que estuvo en el pasado Mundial de Ámsterdam donde los norteamericanos rompieron la hegemonía de Serbia, que tiene cuatro títulos mundiales.

Aquí los partidos duran 10 minutos si es que un equipo no llega antes a los 21 puntos, las posesiones son de 12 segundos, las canastas dentro de la zona valen un punto y las de fuera dos, y si el equipo defensor recupera el balón debe salir fuera de la zona para comenzar un nuevo ataque.

Quizás no tenga todavía la difusión que ha alcanzado el baloncesto con cinco jugadores, pero la intensidad es incluso mayor y en emoción consigue igualarlo por momentos cuando el marcador es ajustado.

Para Jones el cambio más grande es en las transiciones, mucho más rápidas y que exigen estar plenamente concentrado todo el juego, porque «los rivales apenas se despegan de ti y la comunicación entre los compañeros es clave».

En el horizonte ya se vislumbra Tokio 2020 y eso son palabras mayores. «Rezo cada día para poder estar ahí. Trabajo duro para ello, y ojalá pueda representar a mi país en los Juegos Olímpicos», concluyó Jones.

EFE/Fernando Gimeno

 

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