SAO PAULO (Brasil).- La actividad económica de Brasil retrocedió un 0,13 % en el segundo trimestre de este año frente a los tres primeros meses del 2019, un resultado que acerca al país a una nueva «recesión técnica», informó este lunes el Banco Central.
El Índice de Actividad Económica, considerado como un dato previo del Producto Bruto Interior (PBI), evidenció las dificultades de Brasil para impulsar su crecimiento, que apenas superó el 1 % en los dos últimos años, tras la grave crisis vivida entre el 2015 y 2016.
En caso de que el gobierno, a través del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), confirmé ese descenso del 0,13 % registrado entre abril y junio, el país sumaría dos trimestres consecutivos en negativo y entraría en lo que se considera como «recesión técnica».
El resultado se encuadra dentro de lo esperado por analistas financieros teniendo en cuenta el mal desempeño de algunos sectores clave para el país, como el industrial o el de servicios.
En el primer trimestre del 2019, el PBI de la mayor economía de Sudamérica cayó un 0,2 % frente al periodo inmediatamente anterior.
El dato oficial del PBI correspondiente al segundo trimestre será divulgado el próximo 29 de agosto.
No obstante, el índice de actividad económica creció un 0,85 % entre abril y junio de este año en la comparación con el mismo periodo de 2018.
Por otro lado, la economía brasileña se expandió, según este indicador, un 0,62 % en los seis primeros meses del año y registró un crecimiento interanual hasta junio del 1,08 %.
Brasil aún siente los efectos de la grave recesión vivida entre el 2015 y 2016, dos años en los que PBI del país se derrumbó siete puntos porcentuales.
La mayor economía de Suramérica comenzó a despegar el 2017 y 2018, pero de una forma muy débil, pues el crecimiento registrado para cada uno de esos años fue de un 1 %.
Para este 2019, el primer año con el ultraderechista Jair Bolsonaro en el poder, tampoco se espera una expansión robusta del PBI.
Según analistas consultados por el Banco Central, el crecimiento económico de Brasil será de menos de un 1 % (0,81 %) para el 2019, un dato que contrasta con las perspectivas de principios de año, cuando el gobierno lo ubicó en el 2,5 %.
El gobierno de Bolsonaro anunció en julio una serie de medidas que permitirán inyectar 42.000 millones de reales (hoy unos 10.500 millones de dólares) en la economía en los próximos dos años, con el objetivo de incentivar el consumo y acelerar la recuperación.
También ha impulsado una dura reforma de las pensiones, que está en la recta final de su trámite en el Congreso, y un amplio plan de privatizaciones de empresas públicas y concesiones de infraestructuras.
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