Al grito de «dale Lobo», Diego Maradona pisó el césped de la cancha de Gimnasia y se le llenaron los ojos de lágrimas. Con mucha emoción tras su vuelta al fútbol argentino después de 24 años, el 10, fiel a su estilo, agarró el micrófono y arengó a los hinchas que dejaron de pensar en el descenso y ya se ilusionan con llegar bien alto.
«Ustedes los hinchas, nos van a dar el plus para ganar los partidos. ¡Y los vamos a ganar! Esta camiseta es la más linda del mundo porque tienen nuestros colores. Acá estoy en mi casa», aseguró. Y en medio de los saltos que dio al escuchar «el que no salta es un inglés» y de la invasión de algunos hinchas que se acercaron a saludarlo, Diego se comprometió a estar en el día a día del Lobo más allá de que se recupera de una operación: «No voy a faltar a ningún entrenamiento».
22.22 ¡Vamos Gimnasia! pic.twitter.com/haGQMZC0oT
— Club de Gimnasia y Esgrima La Plata (@gimnasiaoficial) September 9, 2019
Y por último, antes de dirigir el entrenamiento y practicar junto a los jugadores, sentenció: «No soy un mago, acá hay que trabajar para ganar los partidos. Yo quiero ganarme la plata corriendo, como lo hice toda mi vida».
Una vez abiertas las puertas del recinto, la gente comenzó a llenar las tribunas de la cancha al ritmo de «La mano de Dios» interpretada por el cordobés Rodrigo Bueno, que sonó en los altoparlantes. En el campo de juego, una manga inflable con la cara de Maradona y otra con la camiseta de la Selección adornaban el escenario por el que iba a salir el protagonista.
Tomado de Olé