La Constitución del Perú, indica claramente que, “para ser elegido Presidente de la República se requiere ser peruano por nacimiento, tener más de treinta y cinco años de edad al momento de la postulación y gozar del derecho de sufragio”. De todo esto b todos los peruanos, y por tanto, somos pasibles de ser presidentes de la república o candidatos.
Pero, de esta generalidad que da la ley, a lanzarse públicamente como candidato o candidata, hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra, y saber qué posibilidades tiene uno de alcanzar llegar al más alto cargo de la nación: la Presidencia de la República.
Por eso ha sorprendido el prematuro anuncio de la congresista fujimorista Yenny Vilcatoma de la Cruz, quien, en plena sesión de la Comisión de Constitución, ha indicado que se lanzará como candidata a la presidencia de la república en las elecciones del 2021. Es decir, dentro de dos años.
Y debemos suponer, que no se trata de una broma y menos de un disparate, que a veces se sueltan en medios informales, en las cantinas, con unos tragos adentro. No, lo hizo en un ambiente que merece el respeto de todos los peruanos: en el Congreso de la República.
Y de inmediato han surgido algunas interrogantes sobre esta sorpresiva candidatura. ¿Es la nueva carta del fujimorismo, ante la posibilidad de que Keiko Fujimori quede en presión por un tiempo mayor de los 36 meses de la prisión preventiva?
¿Ya cuenta con el aval de la señora Keiko Fujimori? ¿Ha desplazado a los otros y las otras dirigentes de Fuerza Popular? ¿Es la recomendada por Alberto Fujimori, el patriarca del fujimorismo? Porque si no cuenta con el respaldo de la señora Keiko Fujimori ni de don Alberto, de ninguna manera anunciaría su candidatura a la presidencia de la república.
Si no cuenta con el aval de Fuerza Popular, la interrogante que se abre, es saber con qué agrupación política piensa lanzarse. Hay media docena de vientres el alquiler acá en Lima. Y, ya sabemos, que, en todas ellas, quien tiene la plata, compra el sitio.
Volviendo al fujimorismo. Si los miembros de la Bancada de Fuerza Popular, que estaban presentes en la sesión de la Sub Comisión de Constitución, no aclararon oportunamente, el anuncio de Yenny Vilcatoma, sobre su candidatura a la presidencia de la República en las elecciones del 2021, es una muestra de que respaldan a esta no tan joven abogada.
A los ciudadanos, que no somos seguidores de Fuerza Popular, tampoco debe llamarnos la atención que Yenny Vilcatoma sea candidata a la presidencia de la república por el fujimorismo. Si vemos la calidad de la representación de este partido en el congreso, y las “fieles” a doña Keiko Fujimori, no hay mucho que escoger, y quizás, del montón, destaque la congresista Vilcatoma.
Sin embargo, candidata a presidente hay mucho trecho que recorrer. Lo haga como fujimorista, con un vientre de alquiler o conforme su propia organización política, la futura candidata debe saber que eso cuesta y no bastan polladas para recaudar fondos.
¿Tendrá recursos suficientes, que hasta ahora nadie sabe de su existencia, para sostener una campaña política? Eso es lo primero que necesitamos saber, así como el origen de ese dinero, que no es poco. Una campaña electoral no baja de los 30 millones.
Hablando en broma sobre esta candidatura, un colega, de esos que gustan jugar con las palabras, interpretó de otra manera la candidatura de Yenny Vilcatoma: “no es candidata, es una cándida” y recomendó, que busquen el sinónimo de cándida que más de acerque a la imagen que tienen de la congresista Vilcatoma.