LONDRES/Reino Unido.- El primer ministro británico, Boris Johnson, desafió este miércoles a la oposición a que presentara una moción de censura contra él en el Parlamento, que ha reabierto sus puertas por orden judicial tras la clausura ilegal que había decretado el mandatario conservador.
Aunque el gobierno no cuenta con una mayoría que lo respalde en la Cámara de los Comunes, los partidos opositores han rechazado hasta ahora convocar un voto de confianza sobre el primer ministro, un proceso que podría desembocar en unas elecciones anticipadas.
Johnson, favorito en las encuestas en caso de unos comicios, desea ese escenario, pero tanto el Partido Laborista como el Partido Nacionalista Escocés (SNP) descartan unas elecciones hasta que la amenaza de un «brexit» sin acuerdo el próximo 31 de octubre haya pasado por completo.
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, insistió en que Johnson debe dimitir tras la histórica sentencia que dictó el martes el Tribunal Supremo británico, que estableció que la suspensión de las cámaras que había ordenado el primer ministro fue «nula y sin efecto».
El Parlamento reanudó hoy su actividad, que había quedado suspendida el pasado 9 de septiembre, por lo que el líder «tory» se vio obligado a adelantar su regreso desde la Asamblea General de la ONU en Nueva York a fin de responder a las preguntas de los diputados.
Reino Unido: Tribunal Supremo tras la suspensión obliga a reabrir el Parlamento
Johnson, que adoptó un tono combativo en su comparecencia, insistió en que la decisión judicial fue «errónea» y que los magistrados no deberían haberse inmiscuido en un asunto que considera político.
El primer ministro acusó además a los parlamentarios de hacer todos los esfuerzos posibles por impedir que el Gobierno cumpla con el resultado del referéndum del 2016, en el que el 51,9% de los votantes respaldaron la opción de abandonar la Unión Europea.
«Este Parlamento no quiere que el ‘brexit’ se produzca», declaró Johnson, quien considera que los británicos demandan que se «cumpla la promesa que hicimos a los votantes de respetar el resultado» de aquel plebiscito.
Johnson reiteró que, bajo su mando, el Reino Unido debe abandonar la Unión Europea el 31 de octubre en cualquier caso, aunque dedicó la primera parte de su discurso a poner de relieve que está haciendo avances en las negociaciones con Bruselas sobre un nuevo acuerdo de salida.
Aseguró que hay tres áreas concretas en las que se están haciendo progresos. La primera es «el concepto de arreglos alternativos» a la polémica cláusula para evitar una frontera en la isla de Irlanda tras el «brexit».
Sin aportar más detalles sobre la naturaleza de esos arreglos, afirmó que otra área «extremadamente fructífera» en las conversaciones con Bruselas es «el concepto de hacer todo lo que podamos para mantener la unidad de Irlanda en cuestiones sanitarias y fitosanitarias».
«Esa es una gran concesión por parte del gobierno británico y un gran avance, debe ser gestionado con cuidado. Creemos que se pueden hacer progresos en ese ámbito», puntualizó.
Por último, afirmó que se ha avanzado en «el concepto de consentimiento». Para el primer ministro, el principal problema de la salvaguarda irlandesa es que no respeta la «autoridad» del Reino Unido, por lo que ve necesario «remediar eso».
La cláusula, incluida en el acuerdo que firmó su antecesora, la también conservadora Theresa May, prevé que Irlanda del Norte -o bien todo el Reino Unido- permanezca en el mercado único comunitario mientras no se encuentre una solución para evitar una frontera con la República de Irlanda.
Los acuerdos de paz firmados en la región en 1998 exigen que no se establezca ninguna infraestructura física entre ambos territorios.
Johnson confía en tener lista una nueva versión del pacto de salida tras la cumbre europea del 17 y 18 de octubre, que sometería acto seguido a votación en el Parlamento, que ya rechazó en tres ocasiones el acuerdo que presentó May.
Si para el 19 de octubre no se ha ratificado un pacto, una ley impulsada por la oposición forzaría al primer ministro a solicitar una nueva prórroga del «brexit» a Bruselas, si bien Johnson ha asegurado hasta ahora que no tiene intención de pedir esa extensión.
EFE/Foto: euronews.com