LA PAZ (Bolivia).- El canciller boliviano, Diego Pary, garantizó este martes que el Gobierno de Evo Morales aceptará el resultado de las elecciones «sea cual sea», ante las denuncias desde la oposición de un supuesto intento de fraude.
Pary compareció ante los medios tras una reunión en La Paz del presidente de Bolivia, Evo Morales, con representantes de la comunidad diplomática, observadores de los comicios y de organismos internacionales.
«Sea cual sea el resultado, nosotros como Gobierno vamos a aceptar el resultado», subrayó en referencia a las advertencias desde la oposición sobre un intento de fraude por parte del órgano electoral.
La difusión repentina este pasado lunes por parte del órgano electoral de un conteo provisional preliminar, no oficial, que daba a Morales la victoria en primera vuelta, pese a que el domingo se había detenido cuando apuntaba a una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa, provocó protestas violentas en el país por temor al fraude.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia destacó que se invitó a que supervisen en el lugar del recuento el cómputo de votos a embajadas, como la de Estados Unidos, y organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), que reclaman transparencia en el cómputo.
Pary indicó que su Gobierno envió al secretario general de la OEA, Luis Almagro, una carta en la que le invita a que una comisión de este organismo emita una auditoría de todo el proceso electoral, después de que la misión de observadores de ese organismo desplazada al país expresara anoche dudas sobre su fiabilidad.
El canciller recalcó que el conteo que se lleva a cabo en La Paz de los votos emitidos el pasado domingo es «público y absolutamente transparente», por lo que defendió la «legitimidad» del proceso.
«Somos los más interesados en que se contabilice todos los votos», aseveró.
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Pary lamentó que desde la oposición se alertara de un posible fraude, incluso antes de la votación del domingo, con un actuar «falso y malintencionado» con el único fin de «desestabilizar el proceso democrático» en Bolivia.
El recuento oficial con el 88.11 por ciento del escrutinio da a Evo Morales el 44.91 por ciento de los votos y el 37.8% a Carlos Mesa.
La ley electoral da la victoria al candidato con al menos el 50 por ciento de los votos, o con el 40 y diez puntos de ventaja sobre el segundo, pero de no alcanzar esos porcentajes, los dos más votados van a segunda vuelta, que en este caso sería en diciembre.
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