El Nápoles sumó una victoria vital ante el Red Bull Salzburgo en la tercera jornada del Grupo E de la Champions League, gracias a un juego directo que desbarató a la defensa austríaca. El talento ofensivo del Salzburgo no fue suficiente.
Tan solo un minuto le bastó al conjunto italiano para poner en aprietos a la zaga del Salzburgo. Un centro mal despejado por la defensa austriaca permitió que el balón le cayera a Mertens dentro del área y rematara con una volea que rechazó el portero a córner.
El Nápoles daba un primer aviso, pero el conjunto austríaco desdobla una anarquía ofensiva en la que los desmarques se suceden y ningún atacante ocupa una posición fija.
Todo para generar los espacios necesarios para que el goleador noruego Haaland encuentre su oportunidad.
Y en una contra propiciada por la asfixiante presión a la que sometían los austríacos al Nápoles llegó la primera anotación del Salzburgo.
El noruego se encontró un balón perdido dentro del área y, a la media vuelta, adelantó a su equipo. Pero no festejó el gol. Se sabía en posición adelantada, tal y como mostró el VAR segundos después, para mantener el empate a cero.
La presión del Salzburgo siguió marcando la tónica del partido. Las pocas veces que los italianos podían salir de ella con el balón en su control generaban mucho peligro sobre el arco defendido por Stankovic.
En el minuto 16, cuatro pases fueron suficiente para que Mertens recibiera el balón frente al portero rival y le batiera con un disparo fuerte.
Pero el gol solo sirvió para espolear al equipo austríaco, que sin nada que perder, se lanzó más al ataque.
El Nápoles dejó de tomar riesgos en la salida del balón y comenzó a depender del talento individual de Mertens. Precisamente en una contra, el belga disparó desde medio campo y sorprendió a Stankovic con un balón que salió desviado.
Con la excepción del tiro de Mertens, las ocasiones del Salzburgo se sucedían con un mismo denominador común: todas acababan con Haaland como rematador y con el portero Meret, haciendo de villano.
Tras dos manos a manos donde el portero salió ganando, el delantero no desperdició la tercera oportunidad. En un penal, cometido tras un claro derribo sobre un atacante, Haaland puso el empate en el marcador en el descuento de la primera parte.
En el segundo tiempo la disputa fue mucho más pareja, sin ningún equipo siendo capaz de imponer su estilo sobre el contrario y las llegadas a las áreas, aunque numerosas, llevaran peligro.
Sin poder convertir los segundos 45 minutos en la ruleta rusa que el Salzburgo siempre quiere imponer, era cuestión de tiempo que la defensa austríaca comenzará a tambalearse y a mostrarse incapaz de frenar a los atacantes del Nápoles.
En el minuto 65, Mertens, anota al rematar completamente solo un centro lateral enviado por su compañero Malkuit. Poco después, en el m.72, Haaland volvía a demostrar su olfato goleador y batió a Meret con un cabezazo cruzado. El éxtasis llenaba las gradas del Red Bull Arena ante la posibilidad de una remontada.
Pero Insigne se encargó de tranquilizar los ánimos un minuto después e inmediatamente marcó el 3-2 definitivo que serviría para que los italianos se llevaran los tres puntos.
https://youtu.be/XoCGyg8pr_o
Ficha técnica del partido
Salzburgo: Stankovic (Carlos, m.33), Kristensen, André Ramos, Wober, Ulmer, Daka (Ashimeru, m. 68), Mwepu (Koita, m. 89), Junuzovic, Minamino, Haaland, Hwang
Nápoles (3): Meret, Malcuit, Koulibaly, Luperto, Di Lorenzo, Callejón (Elmas, m.80), Allan, Ruiz, Zielinski, Mertens (Llorente, m. 76), Lozano (Insigne, m.65)
Árbitro: Clément Turpin (francés) amonestó a Haaland (m.45+2) por parte de los locales y a Lozano (m.38), Malcuit (m.39) y Llorente (m.90) por parte de los visitantes
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Red Bull Arena de Salzburgo.
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