WASHINGTON.- Nueve profesores y funcionarios de Atlanta fueron condenados hasta 20 años de prisión por falsificar los resultados de los exámenes de sus alumnos para recaudar bonos e incentivos, en uno de los mayores escándalos de educación del país.
El juez del caso, Jerry Baxter, describió el esquema como “la cosa más repugnante” que había pasado en esa ciudad del estado de Georgia.
“Hubo miles de niños perjudicados por esto”, lamentó Baxter y, aludiendo al origen humilde de muchos de los alumnos, señaló que la educación era la única oportunidad que tenían.
Tres de los condenados fueron sentenciados a 20 años de prisión, una pena mucho más dura de lo que pedía el estado.
Otros cuatro fueron condenados a 5 años de cárcel, mientras que dos deberán cumplir arresto domiciliario y fines de semana en la cárcel y a otros se les pidió que devolvieran las pagas extra que habían recibido por los resultados falsificados.
Un jurado había declarado a todos ellos culpables de borrar las respuestas incorrectas o ayudar a los alumnos para que acertasen en los exámenes de 2009. Los investigadores reunieron pruebas de que esas prácticas se habían encubierto en 44 colegios y que había 180 implicados. se estima que más de 50 mil estudiantes se beneficiaron es dicha practica.
La investigación impulsada por el estado de Georgia conmocionó a la ciudad cuando se descubrió que las autoridades de los colegios públicos de Atlanta habían animado a los profesores a cambiar las respuestas de los estudiantes para demostrar el progreso educativo.
El escándalo de educación fue revelado por un periódico local que demostró que algunos de los resultados eran muy poco probables estadísticamente.
El incentivo de los profesores y funcionarios eran aparentemente las pagas extra que les dan a profesores y colegios en función a los buenos resultados de sus alumnos.
Con la artificial mejora de los resultados, consiguieron recaudar bonos e incentivos y a algunos les sirvió para mantener sus puestos de trabajo.