La Cámara aprobó además una enmienda que permitirá, con limitaciones, el voto de los griegos en el extranjero para evitar que tengan que viajar a su país, como ocurre en la actualidad.
Los diputados decidieron asimismo limitar la inmunidad de ministros y diputados involucrados en casos penales.
EL PRESIDENTE PODRÁ SER ELEGIDO INCLUSO POR MAYORÍA SIMPLE
Hasta ahora el presidente debía ser elegido en un máximo de tres votaciones parlamentarias, con dos primeras rondas en las que debía reunir una mayoría de dos tercios (200 votos) y una última en la que eran suficientes 180 votos.
En caso de no conseguirlo, el Parlamento se tenía que disolver y se debían convocan elecciones anticipadas, como ocurrió cuando el izquierdista Syriza ganó en los comicios anticipados de 2015 tras boicotear al candidato del gobierno conservador.
Fue precisamente el gobierno de Alexis Tsipras el que impulsó esta reforma y el pasado abril una mayoría reforzada de dos tercios acordó evitar que esto pueda repetirse en el futuro.
Sin embargo, la legislación griega prevé que las enmiendas constitucionales tan solo entran en vigor a la siguiente legislatura, cuyo Parlamento debe ratificarlas.
Aunque todos los partidos estaban de acuerdo sobre el fondo de la cuestión, disentían sobre cual era el método de cálculo idóneo.
Finalmente se ha impuesto el modelo propuesto por el gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis, que contempla que si un candidato a presidente no logra reunir los 180 en la tercera ronda, se celebrará una cuarta en la que requerirá la mayoría absoluta de 151 apoyos. En caso de que ni siquiera saliera adelante esta votación se celebraría una quinta en la que sería suficiente la mayoría simple.
LOS GRIEGOS DE LA DIÁSPORA PODRÁN VOTAR CON LIMITACIONES
Otro de los grandes cambios constitucionales aprobados hoy se refieren al voto en el extranjero.
Aunque Grecia cuenta con una enorme diáspora -se calcula que viven fuera del país entre 4 y 7 millones de personas de origen griego, frente a 10 millones que residen en Grecia- hasta ahora estas personas solo podían votar si viajaban a su país, un anacronismo especialmente notorio si se tiene en cuenta que el sufragio es en teoría obligatorio.
A partir de ahora todo griego que viva en el extranjero pero pueda demostrar algún «vínculo real» con su país, podrá acudir a algún centro habilitado como colegio electoral en su lugar de residencia.
Las mayores comunidades de griegos de la diáspora viven en países tan lejanos como Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, lo que hasta ahora hacía especialmente complicado el voto.
Es un secreto a voces que muchas de estas personas defienden ideales conservadores y tienden a dar su apoyo a partidos de la derecha o incluso la ultraderecha.
Un ejemplo de ello se vivió cuando el gobierno de Tsipras firmó el acuerdo con su colega macedonio, Zoran Zaev, para cambiar el nombre del país vecino a Macedonia del Norte, algo que los nacionalistas calificaron de traición, por considerar que el nombre de Macedonia es herencia cultural exclusiva de Grecia.
El apoyo político y financiero más potente para organizar las protestas contra este acuerdo provino de organizaciones de la diáspora.
SE FACILITA LA IMPUTACIÓN DE MINISTROS
La nueva reforma constitucional, la cuarta que se realiza desde que se firmó la Carta Magna en 1975 tras el final de la dictadura, facilita además la persecución penal de ministros. Hasta ahora la responsabilidad penal prescribía tras seis años, independientemente del delito.
Como la instrucción de un caso importante suele tardar años, en la práctica eso ha llevado a que muchos parlamentarios o ministros no pudieran ser perseguidos. A partir de ahora se levantan esos plazos de prescripción. Además, se facilita el levantamiento de la inmunidad de diputados.