El fujimorismo es un serio peligro y una seria amenaza para la construcción de un proyecto liberal y la sostenibilidad de la democracia, opinó Juan Carlos Tafur, tras considerar que el keikismo terminó siendo un grupo ultraconservador, autoritario y mercantilista.
“Es la plutocracia emergente desplegada con obscenidad. Ese es el fujimorismo. En eso se ha convertido y claro [con inmoralidad]. Por eso creo que el fujimorismo tal cual está es un serio peligro y una seria amenaza no solamente a la construcción de un proyecto liberal, sino inclusive a la sostenibilidad de la democracia”, manifestó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Y hay que combatirlo por eso, tanto al fujimorismo y a estos sectores ultras que aparecen en otras agrupaciones, Contigo, Solidaridad Nacional, que son claramente una apuesta retrograda que la viabilidad democrática y la eventualidad de una construcción de una sociedad liberal debería mirar con precaución”, aseveró.
El keikismo mercantilista
El periodista sostuvo que el keikismo, que gira en torno a Keiko Fujimori, terminó siendo un grupo ultraconservador, autoritario y mercantilista que tiene “apetito por el dinero”.
“Al final el keikismo terminó siendo un grupo ultraconservador, autoritario y en eso sí mantuvo la herencia del padre, y mercantilista, a diferencia de los brochazos liberales que hubo en los noventa”, señaló.
-¿Cómo ves que sea una agrupación que auspicia gente que tiene antecedentes?
-Yo creo que ya es apetito por el dinero. No encuentro una razón trascendental. No hay una razón ideológica. Es gente que paga por tener su sitio en la lista, claramente. Uno los ve y cada uno de ellos millonarios en su región; Mamani es el mejor ejemplo, y así son todos.
Las hipótesis
Por otra parte, consideró que entiende que hay algunas hipótesis respecto al financiamiento del partido fujimorista, tema que es investigado en el Ministerio Público.
“Yo entiendo que la hipótesis de trabajo de algunos fiscales es que ahí hay dinero proveniente del Japón, hay un saldo de cuentas secretas del Japón. Esa es la hipótesis que algunos trabajan, y que eventualmente los dineros de Joaquín Ramírez podrían ser eso. Hay una punta de un iceberg. La otra hipótesis es que es un saldo de los noventa”, refirió.
“Ese tipo de casos los pervierte de origen, ya tienen un pecado original de tal envergadura que los contamina para cualquier gestión de gobierno, impecable o neutra o por lo menos transparente”, apuntó.