LA PAZ.- El Gobierno argentino debería apoyar «decididamente» la reclamación marítima de Bolivia a Chile, porque si tiene éxito, será más fácil para Argentina recuperar las Malvinas, según dijo el presidente boliviano, Evo Morales, en una entrevista
«Yo digo que el Estado argentino decididamente debería apoyar esta demanda (marítima), porque si nos va bien será más fácil para Argentina recuperar las Malvinas«, sostuvo Morales en sus declaraciones al diario El Deber, de Santa Cruz.
El gobernante se refirió al litigio por la soberanía de las islas del Atlántico sur entre Argentina y el Reino Unido al ser consultado sobre las menciones que hizo el papa Francisco sobre el centenario reclamo de que Chile restituya a Bolivia el acceso soberano al océano Pacífico perdido en una guerra a fines del siglo XIX.
En esa contienda, Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.
El Gobierno de Evo Morales presentó el 2013 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) una demanda en busca de un fallo que obligue a Chile a negociar de buena fe y en firme la reclamación marítima.
La controversia entre ambos países fue mencionada por el Papa Francisco en distintos momentos de su gira latinoamericana en julio pasado, en la que visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay.
En un acto en Bolivia, el pontífice abogó por un diálogo «franco y abierto» y en el viaje de retorno al Vaticano afirmó que «no es injusto» que Bolivia se plantee la salida al mar y que una mediación papal sería un «último paso».
Evo Morales opinó que se dio «un paso importante» al informar sobre la demanda marítima al sumo pontífice, con quien también habló sobre el tema de las Malvinas.
Según el presidente boliviano, la posición del Papa Francisco sobre la demanda boliviana «sacó roncha» en Chile, «porque días antes decían que el papa no iba a hablar del tema mar».
«Bachelet viajó (al Vaticano) y salió bien decepcionada porque (el Papa) estaba bien informado, hemos informado muy bien», señaló, en alusión a un encuentro de la mandataria chilena, Michelle Bachelet, con el pontífice en junio pasado.
Esta semana, el mandatario boliviano planteó que el pontífice sea garante de una reanudación de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile para lograr una solución a la demanda marítima boliviana en un plazo de cinco años.
Evo Morales también indicó que analiza expulsar del país al cónsul de Chile en La Paz, Milenko Skoknic, porque, según dijo, estuvo viajando por las regiones bolivianas para reunirse con opositores con la supuesta intención de desestabilizar a su Gobierno.
La presidenta Bachelet replicó que esas acusaciones «no son aceptables» y dañan el respeto y el diálogo entre ambos países.