WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, cargó contra los estados que están poniendo barreras a la participación electoral de sus ciudadanos, al subrayar que está en manos del Congreso aprobar una versión actualizada de la histórica Ley de Derecho al Voto que hoy cumple 50 años.
«En la teoría, todo el mundo está a favor del derecho al voto (…). Pero en la práctica tenemos a legislaturas estatales intentando hacer más difícil votar», denunció Obama desde la Casa Blanca en una videoconferencia con ciudadanos de todo el país para conmemorar el medio siglo de vida de la ley.
Obama estuvo acompañado, entre otros, por la fiscal general del país, Loretta Lynch, y el congresista demócrata John Lewis, histórico activista del movimiento por los derechos civiles de los negros.
La Ley de Derecho al Voto fue firmada el 6 de agosto de 1965 por el entonces presidente Lyndon B. Johnson y eliminó trabas a la participación electoral de los negros.
Pese a los avances logrados desde entonces, especialmente para garantizar el voto de las minorías negra o hispana, todavía hay muchas fórmulas y prácticas destinadas a «disuadir» a los ciudadanos de ejercer ese derecho, según Obama.
Si se siguen permitiendo esas prácticas, «con el tiempo la dura batalla ganada hace 50 años se erosiona. Y nuestra democracia se erosiona también», advirtió el presidente.
En junio de 2013, el Tribunal Supremo de EE.UU. invalidó una parte clave de la histórica Ley de Derecho al Voto que obligaba a algunos estados y partes de otros considerados de «tradición discriminatoria» a recibir permiso del gobierno antes de llevar a cabo cualquier modificación electoral.
Además, el Supremo estableció que correspondía al Congreso diseñar una «nueva fórmula» para evitar la discriminación en el ejercicio del derecho al voto.
Por ello, Obama urgió hoy al Congreso a aprobar una «versión actualizada» de la histórica ley que, a su juicio, «corregiría algunos de los problemas» que se han detectado.
En junio pasado, los demócratas presentaron un proyecto en el Congreso bautizado «Ley para Avanzar el Derecho al Voto» y destinado a evitar que los estados aprueben leyes discriminatorias dirigidas a restringir la participación electoral de las minorías.
Desde el fallo del Supremo en 2013, como recuerda hoy en un editorial el diario The New York Times, «nuevas restricciones» al derecho al voto están en vigor en unos 15 estados, entre ellos varios considerados cruciales para las elecciones presidenciales de 2016 como Ohio, Wisconsin y Virginia.
En las elecciones legislativas de 2014, las primeras tras el fallo del Supremo sobre la ley, miles de personas se quedaron sin votar por las restricciones impuestas en estados como Carolina del Norte y Texas.
Precisamente, este miércoles el Tribunal de Apelaciones del Circuito Quinto falló en contra de la estricta ley de identificación del votante de Texas, al considerar que «discrimina» a las minorías, aunque la norma seguirá vigente.
Las leyes restrictivas aprobadas en Texas y en otros estados obligan a los votantes a mostrar un carné con fotografía para poder votar, pese a que en EE.UU. no hay un documento nacional de identidad y los ciudadanos no están obligados a disponer de esa identificación.
Tras criticar a los estados que dificultan el ejercicio del derecho al voto, algo que perjudica fundamentalmente «a los pobres», Obama destacó el ejemplo de California o Florida, que son «campeones» en cuanto al fomento del sufragio por anticipado y del registro de nuevos votantes.
Además, el presidente alentó a los estadounidenses a participar en el Día Nacional de Registro de Votantes el próximo 22 de septiembre.
Según Obama, todavía «hay muchas personas que se privan a sí mismas del derecho (al voto) más de lo que lo hace cualquier ley al no participar» en los procesos electorales.
«Muchos de nosotros, ciudadanos, simplemente regalamos nuestro poder. Preferimos quejarnos que hacer algo al respecto», lamentó.
En las elecciones de 2012, solo el 53,6 % de la población con derecho al voto en EE.UU. acudió a las urnas, el tercer peor dato de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, casi la mitad de los estadounidenses que podrían votar no lo hacen por no estar registrados. EFE
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