PARÍS.- El Gobierno francés abrió este martes la puerta a revisar su reforma de las pensiones, en particular la edad mínima de jubilación para cobrar la pensión completa, tras 34 días de paros en los transportes públicos y en vísperas de una nueva jornada de huelga masiva prevista para el próximo jueves.
El primer ministro, Édouard Philippe (foto), se mostró abierto a renunciar a la instauración de los 64 años para cobrar la pensión completa, una concesión al sindicato reformista CFDT, que exigió la retirada de ese punto para aceptar el resto de la reforma.
«No me aferro a ninguna modalidad (…) Si las organizaciones sindicales y patronales se ponen de acuerdo en un sistema mejor (que el propuesto por el Gobierno) lo asumiré», dijo el jefe del Gobierno en la radio «RTL».
Sin embargo, Philippe demandará garantías de que el sistema sea equilibrado desde el punto de vista financiero.
El primer ministro aceptó la propuesta del líder de la CFDT, Laurent Berger, de reunir una conferencia sobre la financiación de las pensiones y lo consideró como un paso en favor de la negociación para desbloquear la situación.
Las posiciones entre el Ejecutivo y el principal sindicato del país parecen acercarse, al tiempo que sigue bajando el porcentaje de trabajadores huelguistas en los transportes públicos, movilizados por la radical CGT.
En la empresa pública de ferrocarriles SNCF el porcentaje de huelguistas fue del 6,6 %, aunque superó el tercio en el caso de los maquinistas, lo que explicó que sigan produciéndose anulaciones de trenes.
Berger, que acudió a una reunión con el Gobierno, reiteró que la retirada de la edad mínima de jubilación es imprescindible para que acepten una reforma con la que el Gobierno pretende acabar con los regímenes especiales y generalizar un sistema de pensiones por puntos.
El líder de la CFDT indicó que la conferencia de financiación que propone no servirá para que el Gobierno les presente un reciclaje de esa edad mínima.
La CGT, por su parte, también se mostró favorable a esa conferencia, a condición de que sirva para que se eleven las cotizaciones patronales como medida de garantizar el equilibrio del sistema de pensiones.
Una medida que no aceptan los empresarios, que exigen al Gobierno que desvele el coste de la reforma de las pensiones, que establezca un calendario de su entrada en vigor y que decrete las modalidades para garantizar su equilibrio.
Tras más de un mes de paros y protestas, la tensión entra en un momento decisivo, con una nueva jornada de movilización general el jueves y convocatoria de manifestaciones masivas el sábado contra el proyecto del Gobierno.
En ambos casos, la CGT aparece al frente de la oposición, mientras que la CFDT las respalda de forma más tibia y mantiene viva la llama del diálogo.
El Gobierno pretende aprobar la reforma en Consejo de Ministros el próximo día 24, para que a mediados de febrero comience a ser debatida por los diputados. EFE
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