Lleva su rol de ficción a la realidad. A mediados de los años noventa la actriz Susan Sarandon interpretó a una monja que lucha por la vida de un condenado a muerte en Hombre muerto caminando (Dead Man Walking, papel por el que obtuvo un Oscar). 25 años después, hace lo mismo en su vida real. Sarandon llamó a evitar la ejecución de un preso en el estado de Oklahoma.
«Lo único que le da una posibilidad de sobrevivir es la opinión pública, la vergüenza pública», subrayó Susan Sarandon a la emisora británica Sky News sobre Richard Glossip, a quien está previsto que se le aplique la inyección letal el 16 de setiembre.
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Se sabe que Richard Glossip fue condenado a muerte en 1997 por el asesinato de un hombre, después de que el asesino confeso declarara que lo había contratado para matarlo, aunque hasta hoy alega su inocencia.
Susan Sarandon consideró pertinente que los ciudadanos escriban a la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, y pidan se aplace la ejecución de Richard Glossip. La actriz lamentó que la republicana Fallin no intervenga a pesar de que «claramente» Glossip es inocente.
«La gobernadora de Oklahoma es una persona horrible», sentenció la ganadora del Oscar Susan Sarandon.
