La última vez que vi a Carlos ‘Kukín’ Flores en vida fue la noche del 28 de julio del 2017. Esa noche el popular equipo rosado cumplía 90 años de existencia y, dentro de su nutrido programa de aniversario -con la infaltable música salsa de por medio en el recinto del Miguel Grau- estuvo la invitación a su exentrenador argentino Jorge Sampaoli, en ese entonces dirigía nada menos a que la selección argentina de Leo Messi. Pensar que 15 años antes (2002) Sampaoli había dirigido al Sport Boys con ‘Kukin’ a la cabeza ganando un sueldo de 500 dólares mensuales y viviendo en un pequeño departamento que le asignaron los bomberos en Chucuito. Los cambios que siempre da la vida.
Al hijo de ‘Kukín’ de igual nombre que él y un parecido asombroso al ex ‘10’ rosado yo le había permitido la entrada al estadio Miguel Grau cuando ya ‘Kukín’ y su hija se hallaban en el interior y era difícil llamarlos. Carlos, que jugaba esos años en los juveniles del Boys, me agradeció y luego le contó a su padre este episodio. Por eso cuando ‘Kukín’ en el intermedio del homenaje se encuentra conmigo no solo me agradece, sino que atinó a decirme que Jorge (Sampaoli) le había pedido que esté sentado al lado de él al ladito de los suplentes y así ver el partido juntos.
“Está feliz. Sabe del calor de la gente chalaca y que fue Sport Boys el que le permitió ser quién es hoy en día y que le dará una alegría inmensa saber que ha vuelto a Primera División. Veo difícil que vuelva al Boys. Hoy dirige a la Argentina así que imagínate”, fue su frase final que le escuché a ‘Kukín’, un ‘crack’ en el más amplio sentido de la palabra al que con solo 17 años ya debutaba con la rosada en una Copa Libertadores en Medellín ante Atlético Nacional con el que empataron 1-1.
¿Quién fue ‘Kukín’ hoy 17 que recordamos un año de su partida? Un futbolista que con la zurda hizo lo que quiso ante los más fieros rivales. Si quiero ser justo con él, transcribo lo que dijo de él, César ‘Chalaca’ Gonzales el entrenador peruano que más supo, quizá de su vida en todo nivel: dentro y fuera de la cancha. Se lo confesó al diario “El Bocón”: “Nosotros, los profesores, sabemos que él se buscó ese final. Lamentablemente lo tengo que decir. Él se buscó un final así. Nunca cambió, nunca mejoró, nunca quiso reinventarse en otra persona. Nunca quiso hacer las cosas mejor. El ‘Kukín’ futbolista y el ‘Kukín’ persona son dos cosas muy distintas…A ‘Kukín’ hay que recordarlo como lo que fue: un jijuna; como pelotero: espectacular futbolista; como persona: extraordinario; pero como ejemplo de juventud: no. ‘Kukín’ no fue ejemplo de juventud. Lo digo así antes que me caiga. ‘Kukín’ ha podido ser Ronaldinho, Rivelinho, Ronaldo o Messi, te lo aseguro y te lo firmó así me digan lo que me digan. Míralo a Messi, la maravilla que juega ese hombre. ‘Kukín’ era tan igual o mejor que él. Tenía cosas iguales o mejores que él, pero no quiso. ‘Kukín’ murió como debía morir porque él estuvo metido siempre en esos problemas, siendo un futbolista de nivel A-1.
Y otro entrenador, argentino él y que dirigió sacando campeón la ‘U’, Ángel Cappa también se refirió a ‘Kukín’ en su libro «Y el fútbol dónde está». Cappa y el plantel crema había enfrentado al Juan Aurich (1-1) en una tarde que Chemo del Solar le tocó marcarlo al ’10’ Kukín. Cappa escribió esto: «En ese partido cada vez que el ’10’ agarraba la pelota, el fútbol se vestía de gala y, a pesar de los nervios que me producía, en el fondo yo tenía ganas de que se la dieran siempre para poder disfrutar de ese talento. Era ‘Kukín’ Flores uno de los mejores en su puesto que vi en esos últimos años. Hábil, de toque exquisito, de gambeta demoledora, buena pegada y una lectura inteligente del partido, cosas que, sin exagerar, lo acercaban a crack. Es posible que ‘Chemo’, a quien le tocó enfrentarlo casi siempre mano a mano, pocas veces lo hayan pasado peor. Cuando al final le pregunté a ‘Chemo por él, me respondió: «Es ‘Kukín’, juega un fenómeno». No sigo más.
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