MADRID.- Aunque su faceta política eclipsó sus versos en muchos momentos de su vida esto fue también el santo y seña de la obra del nicaragüense Ernesto Cardenal, quien es para su amigo el escritor español Luis García Montero un «ejemplo de dignidad» para el que «transformar el amor era tan comprometido como luchar por una idea política».
Así lo reconoce a Efe García Montero, actual director del Instituto Cervantes, quien «tuvo la suerte» de colaborar con el «padre Cardenal» durante el proceso Sandinista en los años 80.
«Admiraba su poesía, me parece que su poética en América Latina, junto a Roque Dalton y Benedetti, sirvió para establecer lazos entre la intimidad y el compromiso público, transformar el amor era tan comprometido como luchar por una idea política y eso queda muy claro en sus epitafios y en algunos de sus poemas y salmos», dijo García Montero.
Aunque para el también poeta granadino, pero de la Granada española (Cardenal nació en la Granada nicaragüense en 1925), su amigo es un ejemplo de dignidad: «cuando el poder empezó a romper el sueño nicaragüense Sandinista él mantuvo la dignidad de su compromiso y la dignidad de su apoyo a las mejores causas de su país y para el ser humano».
Su faceta política también ha sido destacada por el poeta español Luis Antonio de Villena, uno de los miembros del jurado del Premio Reina Sofía en 2012, galardón que trajo a Cardenal a España con 87 años, cuando pese a sus dificultades para caminar está «muy lúcido», recordó a Efe, al tiempo que puso de manifiesto que «fue uno de los primeros teólogos de la Liberación que pretendían un catolicismo hecho para los pobres».
«Católico subversivo, activista sandinista, ministro… todo eso ha pesado sobre el poeta. Es imposible discernir personaje de su poesía. Una faceta terminó sobreponiéndose a la otra aunque me han dicho que en los últimos años quería reivindicarse como poeta, opacar su imagen política, pero ha llegado muy tarde», lamentó.
De Villena remarcó además cómo la poesía del que fuera también ministro de Cultura de Nicaragua fue el responsable de «llevar la herencia ‘beat’ al español».
Por su parte, el poeta Antonio Colinas, quien también fue jurado del Premio Sofía otorgado a Cardenal, reconoció que «siempre» le asombró «su afán de vanguardia» ya que su poesía «tenía ese fin de ir más allá».
Y si en España hay una editorial que apostó por Cardenal ésta fue Trotta y en concreto María Ángeles Pérez López, quien editó la poesía completa de este autor traducido a más de 20 lenguas.
Una obra que se presentó el año pasado en la Casa de América durante un acto en el que el nicaragüense, a través de un video, contó lo que suponían para él esas 1200 páginas «de amor», porque su obra, según Pérez, «es amor en todas sus dimensiones, a las muchachas en su juventud, a la poesía o al cosmos».
«Estaba muy contento con el resultado y eso que ha sido un proceso complejo y largo que tuvo dos momentos muy difíciles. En abril de 2018 fue un shock tremendo para él lo que ocurrió en Nicaragua: las manifestaciones y las protestas contra el gobierno nicaragüense, que fueron muy duramente reprimidas», matizó.
Pero también febrero de 2019 fue una fecha señalada en el proceso de creación de esta obra: «es cuando estuvo muy enfermo y cuando el papa Francisco levanta la sanción que pesaba sobre él por parte de Juan Pablo II y que suponía que él no podía impartir sacramentos por formar parte del gobierno comunista».
Y las redes sociales también se han despertado con la noticia del fallecimiento de Cardenal, por lo que también se han convertido en un lugar donde se han volcado las despedidas al poeta y clérigo nicaragüense.
Así lo ha hecho la novelista nicaragüense Gioconda Belli, quien apuntó en su cuenta personal de Twitter que «más que llorarlo» había que «celebrar» una vida «como la suya», «consecuente» y «creativa» durante 95 años.
Por su parte, el escritor y poeta Benjamín Prado, además de recomendar la obra de Cardenal, recordó la icónica foto del poeta arrodillado frente a Juan Pablo II en 1983, durante una visita oficial del pontífice que aprovechó para reprender a Cardenal por su relación con el sandinismo.
La periodista española Maruja Torres se sumó a este recuerdo y dijo que en esta misma gira del papa Juan Pablo II por Latinoamérica, este «abrazó a Pinochet».
EFE/Video DW Español