MADRID (España).- La movilización de bancos centrales y organismos internacionales para hacer frente al impacto del coronavirus en la economía y el compromiso de los gobiernos de actuar en caso de necesidad han devuelto la calma a los mercados bursátiles, que se han teñido de verde a pesar de que empeoran las previsiones macroeconómicas.
El Ibex 35, el selectivo de la Bolsa española, ha subido un 1.12%, mientras que Londres ha ganado un 1.45%; Fráncfort, un 1.19%; París, un 1.33%; y Milán, un 0.91%.
En Asia, Tokio ha cerrado plano, con una ligera subida del 0.08%; Shanghái y Seul se han revalorizado un 0.63% y un 2.24%, respectivamente; y Hong Kong ha perdido un 0.24%.
Wall Street cotiza en positivo y el Dow Jones, que ayer perdió casi un 3%, gana ahora en torno al 2%.
Los inversores han optado por las compras en una jornada en la que el Banco de Canadá ha seguido la estela de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y del Banco de Australia y ha bajado en medio punto los tipos de interés, hasta el 1.25%, como respuesta al «impacto negativo» del coronavirus.
La decisión de la Fed ha generado dudas entre analistas, gestoras y bancos de inversión, que creen que recortar los tipos no es el mejor remedio para afrontar los problemas en las cadenas globales de suministro.
David Lafferty, de Natixis Investment Managers, considera que bajar los tipos es una política poco efectiva para afrontar los «shocks» de suministro y que los bancos centrales malgastan su munición al centrarse en el coste del dinero en vez de facilitar el acceso a la financiación.
Según la gestora Amundi, la medida adoptada por el banco central estadounidense no es suficiente para compensar el deterioro de las condiciones financieras.
En su opinión, el resto de los bancos centrales tiene menos margen para actuar que la Fed, aunque la posibilidad de que el Banco de Inglaterra recorte tipos ha aumentado «significativamente».
En el ámbito gubernamental, los ministros de Finanzas de la zona del euro y de otros países comunitarios han mantenido hoy una reunión por videoconferencia para analizar los efectos de la epidemia en la economía europea.
Al término del encuentro, el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, ha dicho que las economías del euro están listas para actuar, incluso con «medidas fiscales».
«Nuestras reglas fiscales otorgan una flexibilidad ante eventos inusuales fuera del control del gobierno», ha subrayado.
Según Centeno, la enfermedad está teniendo «un impacto negativo en la economía global, pero la duración y extensión del problema es aún incierta».
Más concreto fue ayer el Banco Mundial, que movilizará 12,000 millones de dólares (10.800 millones de euros) para ayudar a los países más afectados por el coronavirus.
De momento, las perspectivas son cada vez más sombrías. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha admitido que la epidemia es ya un problema global, que necesita «un mecanismo de respuesta coordinada».
Según Georgieva, la economía mundial crecerá este año menos del 2.9%, frente al 3.3% previsto por el FMI en enero.
La agencia de calificación de riesgos S&P Global Ratings ha revisado a la baja su previsión de crecimiento de la eurozona, que pasa del 1% pronosticado en diciembre al 0.5%.
En cuanto al mercado petrolero, a la espera de la reunión de la OPEP y de sus aliados del jueves y el viernes en Viena, el petróleo cotiza hoy con ligeros descensos, tanto el Brent, de referencia en Europa, que cae un 0.3%, como el Texas, referente en EEUU, que lo hace un 0.2%.
A pesar de la mejora de las Bolsas, la deuda pública de economías solventes, como las de EEUU o Alemania, sigue atrayendo a los inversores.
La rentabilidad del bono estadounidense a diez años continúa por debajo del 1%, cota que perforó ayer por primera vez, mientras que la del alemán del mismo plazo permanece en zona de mínimos.
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