El 15 de diciembre de 1981, Javier Pérez de Cuéllar juró como secretario general de la ONU en ceremonia realizada en el salón de la Asamblea General de dicho organismo.
Las agencias de noticias informaron la satisfacción en el Tercer Mundo y China por la designación de Pérez de Cuéllar para asumir el cargo.
La designación del diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar como candidato del Consejo de Seguridad de la ONU para la Secretaría General de las Naciones Unidas fue recibida con satisfacción en medios políticos del Tercer Mundo, especialmente en América Latina y China, así como por Estados Unidos. La agencia de noticias Nueva China elogió la designación del diplomático peruano como «una victoria del Tercer Mundo», y un elevado número de políticos latinoamericanos la valoró como muy positiva y reflejo de la importancia de América Latina en el conjunto internacional.
Ante la imposibilidad de un acuerdo entre las tres grandes potencias (EEUU, URSS y China) para reelegir para un tercer mandato al secretario general saliente, Kurt Waldheim, o nombrar al candidato del bloque tercermundista, apoyado firmemente por Pekín, el tanzano Salim A. Salim, la figura del peruano Pérez de Cuéllar logró reconciliar a los grandes de la escena internacional, que cuentan con el poder del veto en el proceso de propuesta a la Asamblea General de la ONU del candidato a secretario general.
«Decidimos sobre la base del hombre, no de su origen, aunque estamos muy satisfechos de tener un secretario general de un país vecino con el que tenemos estrechos y amistosos lazos», dijo la embajadora Jeane Kirkpatrick, delegada de EEUU en la ONU.
Washington destacó la experiencia de Pérez de Cuéllar en la escena diplomática internacional. No es un desconocido para la Casa Blanca, gracias a su gestión como subsecretario de la ONU durante los dos últimos años.
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WSV