Colombia: Fallecido e incómodo «amigo» compromete a Uribe y a Duque ante la Justicia

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BOGOTÁ (Colombia).- La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia de abrir una investigación preliminar contra el expresidente Álvaro Uribe por la supuesta compra de votos en el 2018 para favorecer en las elecciones presidenciales a su delfín, Iván Duque, ahonda el escándalo político que salpica al mandatario.

Duque y Uribe, del partido de Gobierno Centro Democrático, aparecen mencionados en unas conversaciones grabadas por la Policía al ganadero José Guillermo Hernández, conocido como «Ñeñe», asesinado en un atraco en mayo del año pasado en Uberaba (Brasil), donde asistía a una feria.

El caso de presunta corrupción electoral, llamado coloquialmente «ñeñepolítica», salió a la luz por la publicación de parte de la transcripción de los audios que el periodista Gonzalo Guillén hizo en el portal «La Nueva Prensa».

Guillén aseguró que una investigación de la Fiscalía por el asesinato de un joven captó conversaciones telefónicas en las que Hernández dice «ser el eje de una operación de compra de votos en la costa norte para el hoy presidente Duque, por orden del expresidente y senador Álvaro Uribe».

El escándalo abrió nuevos interrogantes sobre la transparencia electoral en el país, sobre el papel de la Fiscalía General de la Nación -que tuvo en su poder los archivos durante casi dos años-, y qué tan involucrados estarían el presidente Duque y el senador Uribe en el supuesto entramado de corrupción.

¿Quién era José Guillermo Hernández? 

Hernández era esposo de la exreina de belleza colombiana María Mónica Urbina y el país vino a conocerlo a raíz de su asesinato en Brasil durante el intento de robo de un reloj Rolex, según informaron en ese entonces medios locales.

«Ñeñe», que solía aparecer en las páginas sociales de la costa atlántica por ser esposo de la exreina, era investigado por la Fiscalía como presunto testaferro de la organización criminal dirigida por el narcotraficante y contrabandista Marcos Figueroa.

Este último operaba en los departamentos de La Guajira y Cesar donde durante años tuvo estrechos vínculos con políticos regionales hasta que las autoridades le pusieron los ojos encima y huyó del país, fuga que terminó en 2014 cuando fue capturado en Manaos (Brasil) y dos años después extraditado a Colombia.

¿Por qué la Fiscalía interceptó a «Ñeñe»?

La Fiscalía investigaba a Hernández desde el 2015 por el asesinato en agosto del 2011 en Barranquilla de Óscar Eduardo Rodríguez, hijo del prestamista Carlos Rodríguez, con quien «Ñeñe» había tenido problemas por una deuda de 1,000 millones de pesos (unos 350,000 dólares) no saldada por un amigo suyo.

Cuando el hijo de Rodríguez fue asesinado, uno de los responsables del crimen confesó a las autoridades que Hernández era uno de los inductores del homicidio y que el verdadero objetivo no era el joven de 28 años sino su padre el prestamista.

¿Quién es María Claudia Daza? 

En las llamadas interceptadas, Hernández habla con una mujer identificada en los archivos de la Fiscalía como «MD», a quien le comenta: «yo ayer le decía a Priscila que nos tenemos que poner las pilas. Hay que buscar una plata para pasar bajo la mesa, para soltarla en los departamentos».

En la conversación, en la que «Ñeñe» asegura que hasta el fiscal general le «rinde pleitesía», la mujer citada como «MD» asegura estar preocupada por los resultados de las elecciones y menciona en varias ocasiones a Uribe y a Duque.

«Me mandó (sic) Iván y Uribe para Manaure, Uribia, Riohacha y Maicao, tenemos que ganar en La Guajira», dice la mujer, cuyo nombre fue un misterio hasta que el mismo expresidente Uribe admitió en su cuenta de Twitter que la supuesta interlocutora de Hernández podía ser María Claudia Daza, una de sus asesoras en el Senado.

Ante eso, Daza renunció el pasado lunes, no sin antes negar su participación en la llamada mediante un comunicado en el que dijo: «No acepto y rechazo enérgicamente que se me endilgue la autoría de una conversación».

Según medios locales, Daza salió del país hacia Estados Unidos justo cuando el presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, Jhon Jairo Cárdenas, le pidió a la Fiscalía no permitir la salida de la exasesora.

¿Por qué las transcripciones estuvieron engavetadas? 

Durante 21 meses la Fiscalía tuvo la transcripción de las conversaciones, pero no fue hasta la semana pasada cuando decidió dar trámite a la investigación por supuesta corrupción.

«Al conocer el contenido de la comunicación mencionada, el fiscal del caso, dentro de su autonomía, no compulsó copias porque consideró que la información no aportaba para el esclarecimiento de ese crimen (de Óscar Rodríguez)», explicó en una rueda de prensa el nuevo fiscal general Francisco Barbosa.

Colombia: Duque y Uribe en el centro de escándalo por supuesta compra de votos en el 2018

¿Qué relación tiene «Ñeñe» con Duque? 

Cuando el escándalo estalló, medios y redes sociales desempolvaron fotos en las que tanto Duque como Uribe aparecen en compañía de Hernández.

En su defensa, Uribe argumentó que a lo largo de su carrera política se ha tomado fotografías con miles de colombianos. «Yo, al señor no lo conocí, no fui amigo de él», afirmó Uribe, quien fue presidente de Colombia entre el 2002 y 2010.

Por su parte, el presidente Duque aseguró que solo coincidió con «Ñeñe» en algunos actos sociales en los que se tomaron varias fotografías y charlaron de la amistad que años atrás tuvieron los padres de ambos.

«Yo fui por primera vez a Valledupar (capital del Cesar) en 1995, fui acompañado por mi padre (Iván Duque Escobar), fue la única visita en 20 años y en ese viaje conocí a su padre (de ‘Ñeñe’, Arístides Hernández), madre y hermano. A José Hernández no lo conocí en esa ocasión», dijo.

Duque añadió: «A él lo conocí en los últimos cuatro años quizás, en contados encuentros públicos, alguno que otro social seguramente, pero no tuve ninguna hermandad con él».

Sin embargo, en las conversaciones del «Ñeñe», este asegura: «el presidente es mi hermano, no es que me conozca, es mi hermano», una relación cuyos alcances seguramente tendrá que dilucidar la justicia.

EFE/ Klarem Valoyes Gutiérrez

 

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