Debido al brote de coronavirus, la famosa Mezquita de los Omeyas de Damasco se vio obligada a cerrar sus puertas a los fieles, que se están preparando para festejar el comienzo del mes sagrado del Ramadán.
Esta es la primera vez en la historia que el templo —que suele acoger a miles de feligreses durante el Ramadán— no ofrecerá a sus visitantes las oraciones tradicionales Tarawih.
El templo fue construido por el califa omeya al-Walid I en el año 705 sobre la catedral bizantina dedicada a Juan el Bautista desde la época del emperador romano Constantino I.
Las autoridades de Damasco redujeron el toque de queda varios días antes del comienzo del mes sagrado y permitieron la apertura temporal de algunas tiendas para que los vecinos pudieran hacer compras de Ramadán.
Hasta la fecha, Siria registra 42 infectados y 3 víctimas mortales por el coronavirus, según datos del Instituto Johns Hopkins. (Agencias)