Varios territorios de América se concentraron este martes en planear reaperturas y calcular las pérdidas que tendrá la economía en el 2020 mientras el COVID-19 continuaba su ritmo de expansión en el continente y EEUU pasaba el millón de contagios, un tercio de los más de tres millones de casos confirmados en todo el mundo.
La Universidad Johns Hopkins calcula en su mapa virtual que los casos de coronavirus en América ya superaron los 1.2 millones, con Estados Unidos totalizando 1’010,717 contagios confirmados y más de 58,300 fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que las muertes por COVID-19 en el mundo han superado las 200,000, una barrera que prácticamente nadie imaginaba hace dos meses, cuando el virus acababa de detectarse en Europa y surgió el segundo foco mundial de la infección después de China.
Sin la batalla ganada
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que «ha habido un aumento preocupante» del COVID-19 en América Latina y confirmó que la carga del nuevo coronavirus en la región es mayor de lo que las autoridades de salud han podido informar las semanas anteriores.
El doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, apuntó que América Latina está como Europa hace seis semanas, pues todavía se está monitorizando un crecimiento en el número de casos y se espera que esta tendencia al alza continúe en las próximas semanas.
Mientras la mancha del coronavirus se sigue extendiendo con velocidad en todo el mundo, distintos países de América adelantan cálculos para determinar cuál será el impacto financiero de esta crisis, que ya apunta a convertirse en una doble tragedia para poblaciones vulnerables ante el riesgo de hambre y desempleo.
Un ritmo preocupante
El coronavirus sigue expandiéndose en EEUU a un ritmo preocupante y superó el millón de casos, una prueba contundente del devastador impacto de la enfermedad en el país, donde los gobernadores de algunos estados han empezado a reabrir negocios.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunciará este miércoles el camino a seguir para la «lenta» apertura económica del estado, que a partir de mañana reabrirá los parques, marinas y campos de golf para esparcimiento de los floridanos en cuarentena.
Frente al aumento de contagios, el mandatario estadounidense, Donald Trump, volvió a negar que su respuesta a la crisis fuera tardía, después de que el Washington Post informara que en enero y febrero más de una docena de los informes de inteligencia que recibe varias veces a la semana le alertaron del riesgo que la enfermedad representaba para el país.
Las cuentas de América
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con sede en Guatemala, advirtió hoy que la crisis económica por la pandemia del COVID-19 podría generar una contracción económica del 4% en el crecimiento del istmo.
Los escenarios analizados por el Icefi muestran «una pérdida significativa de empleos» que en el peor de las posibilidades estudiadas podría provocar alrededor de 1.9 millones plazas de trabajo desaparecidas en los seis países del istmo, por lo que recomendó abordar el «fenómeno» del desempleo «con urgencia”.
Ya esta semana el mercado financiero volvió a reducir la previsión para el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil y proyecta ahora un desplome de un 3.3% en la mayor economía de Suramérica en el 2020.
Ante la compleja coyuntura, el banco BBVA urgió al Gobierno mexicano a adoptar un paquete fiscal que represente 6% del PIB para sortear una contracción económica de hasta 12% por la crisis del coronavirus, que podría llevar a perder hasta 1.5 millones de empleos.
En Argentina, el Gobierno planea destinar entre abril y junio próximo un 5.6% del PIB del país a acciones de asistencia económica para hacer frente a los efectos de la pandemia de coronavirus.
De otra parte, el BBVA Research proyectó que la economía colombiana se contraerá un 3% en el 2020 por el impacto de la pandemia del COVID-19 pero resistirá el choque y el 2021 crecerá un 3.9%.
Control a viajeros latinoamericanos
Donald Trump dijo que se plantea exigir que los viajeros con destino a EEUU tengan que someterse a un test para descartar que tengan el coronavirus antes de embarcar en vuelos hacia su país, en particular aquellos procedentes de Latinoamérica.
«Estamos diseñando un sistema por el que haríamos pruebas (a los pasajeros) y estamos trabajando con las aerolíneas en eso», dijo.
Por otra parte, el Gobierno brasileño renovó hoy una decisión adoptada el pasado abril y mantuvo por un nuevo período de 30 días la prohibición de ingreso al país de extranjeros por vía aérea debido a la expansión del coronavirus.
Brasil informó que el número de muertes por coronavirus en el país ha llegado a 5,017, lo que supone un aumento de 474 en las últimas 24 horas, y que los casos confirmados ascienden ahora a 71,886.
Preocupación por los alimentos
Canadá ha incrementado en los últimos días la vigilancia en la cadena de suministro de alimentos del país ante las dificultades que están causando la pandemia en mataderos, plantas de procesamiento cárnicas y la agricultura.
Trump adelantó que pronto firmará un decreto para proteger el suministro de carne en el país, dos días después de que una de las mayores firmas del sector, Tyson Foods, alertara que «millones de libras de carne» iban a desaparecer de la cadena alimenticia debido a los cierres de plantas procesadoras.
Un cambio de paradigma
La actual crisis acrecentó el debate con respecto a los cambios que requiere el modelo económico y empresarial para garantizar la sostenibilidad de la vida en el planeta.
Un ejemplo de ello fueron las declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, quien defendió este martes que en medio de la actual crisis el dinero público no se use para rescatar a industrias contaminantes y urgió a dirigir las inversiones hacia modelos sostenibles que sirvan para combatir el cambio climático.
«Cuando se necesite dinero de los contribuyentes para rescatar a negocios debe ser creando empleos verdes y un crecimiento sostenible e inclusivo. No debe ser para rescatar industrias obsoletas, contaminantes», subrayó Guterres en una intervención en el Diálogo de Petersberg, un congreso internacional sobre la lucha contra el calentamiento global que se celebra anualmente en Berlín y cuya actual edición es digital.
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