JERUSALÉN.- El Tribunal Supremo de Israel delibera hoy si Benjamín Netanyahu, acusado de corrupción, puede ser primer ministro en el nuevo Ejecutivo que debería formarse este jueves, y abordará mañana la validez del acuerdo de gobierno con el centrista Beny Gantz.
El Alto Tribunal inició hoy las audiencias dividas en dos días -uno por cada asunto- y que están siendo retransmitidas en directo. La decisión que tome, previsiblemente este miércoles, podría dar otro vuelco político al país.
Un panel de once jueces, más extenso de lo habitual, ha comenzado a escuchar los argumentos a favor y en contra de descalificar a Netanyahu como primer ministro del nuevo Gobierno por estar acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos separados de corrupción, delitos por los que está previsto un juicio penal el 24 de mayo.
Organizaciones ciudadanas y políticas han presentado una veintena de requerimientos contra esta situación y contra el acuerdo de coalición con Gantz, cuya materialización obliga a modificar algunas leyes básicas del Estado.
Las demandas piden que el Supremo aclare si un acusado de corrupción puede formar gobierno. La ley israelí impide ser ministro en esas circunstancias, aunque no hace alusión explícita al jefe del Ejecutivo.
El demandante Movimiento para un Gobierno de Calidad se basa «en la ley y en la ética» para pedir su descalificación y no en el número de votantes o diputados que apoyan el Ejecutivo.
La Fiscalía expuso, sin embargo, que no ve «impedimento legal» y que «la consideración principal que debe tenerse en cuenta es la voluntad de los votantes».
Representantes de Netanyahu argumentaron que la Judicatura no debe «intervenir en el proceso democrático» del pueblo y los parlamentarios. EFE