COCHABAMBA (Bolivia).- La fuerza de la Diablada boliviana, la danza emblema del famoso Carnaval de Oruro, Patrimonio de la Humanidad, se refleja en una mascarilla creada por el artesano bordador Juan Carlos Condori para transmitir un mensaje de aliento frente a la pandemia de COVID-19.
El artesano, cuyo emprendimiento se llama Creaciones y Bordados Supay, compartió en Facebook unas fotografías de la mascarilla o barbijo junto al mensaje «El poder de tus brazos Oruro», la frase del emblemático himno «Salve oh patria» que hace referencia a esa región andina.
«Saldremos de esta con fuerza mi tierra querida», agrega la publicación, que muestra a un niño luciendo la mascarilla hecha en una tela base negra con bordados de máscaras de diablo y detalles de fuego en el borde.
La creación de la mascarilla no tiene fines comerciales, sino que surgió como una iniciativa artística «para levantar la moral» de la gente de Oruro, su tierra natal, ante la pandemia, según contó Condori a Efe.
Con una trayectoria de al menos quince años, este artesano radica hace una década en la ciudad central de Cochabamba, pero tiene muy presentes sus raíces orureñas.
Por esa razón, todos sus trabajos están relacionados con la Diablada, la danza estrella del Carnaval de Oruro, cuyos bailarines escenifican la eterna lucha entre el bien y el mal, representados por el arcángel San Miguel y Lucifer.
«Entonces quise representar un poco de la Diablada como identidad y cultura de Oruro» en la mascarilla, explicó Condori.
Las reacciones en las redes no se dejaron esperar y mucha gente empezó a preguntar el coste y dónde se podría adquirir la mascarilla, lo que sorprendió al artesano.
«No se me ha ocurrido hacerlo comercial o en cantidad, pero sí voy a hacer unos cuantos más a solicitud de algunos fanáticos de la Diablada«, sostuvo.
Condori también se refirió al hecho de que en algunos países incluso se ha vuelto una especie de «moda» el diseño de mascarillas bajo criterios de protección e higiene, pero también con distintos estilos, mientras que su creación es más que nada «artística».
Por ello, si alguien quisiera usar la mascarilla de la Diablada para salir a la calle, lo recomendable es ponerse otra quirúrgica por debajo, aclaró.
Oruro, que en las primeras semanas de aparición del COVID-19 en Bolivia pudo contener los contagios, registra 9 decesos y 124 casos, según datos oficiales, en esta región situada en el oeste de Bolivia que tiene más de medio millón de habitantes.
A nivel nacional, los fallecimientos son 122 y los casos confirmados son 2,831 en un país con cerca de once millones de habitantes y que tiene vigente la cuarentena desde fines de marzo.
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