PARÍS.- Una semana después de sufrir una escisión en su ala izquierda, el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, La República En Marcha (LREM), vivió este martes una nueva defección de siete diputados de tendencia liberal.
Aunque mantendrán el carné del partido, estos parlamentarios tendrán un grupo parlamentario propio junto a otros diez procedentes del grupo Agir, que preside el ministro francés de Cultura, Frank Riester.
El nuevo grupo se llamará Agir Ensemble (Actuar juntos) y tendrá en total diecisiete diputados, lo que aleja un poco más a Macron de la mayoría absoluta que ya perdió hace una semana tras la formación de Ecología, Democracia, Solidaridad (EDS), con siete legisladores disidentes del ala más izquierdista y verde del partido de Macron.
A partir de ahora, le faltarán ocho escaños para alcanzar los 289 que marcan la mayoría absoluta.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, negó en una reunión parlamentaria estar detrás de la formación de esta nueva estructura, después de que algunos vieran en su nacimiento un intento de mostrar sus fuerzas ante la amenaza de un relevo al frente del Ejecutivo.
Entre los componentes del nuevo grupo parlamentario está la diputada Agnès Firmin-Le Bodo, muy cercana al primer ministro, a quien sustituyó en la Alcaldía de Le Havre cuando este llegó al Gobierno.
«Somos un partido que vamos a apoyar de forma clara al presidente, sin ambigüedad, pero siendo vigilantes», asegura a Efe la diputada, que reconoce que el nuevo grupo será «de centro derecha» y que ha roto con sus antiguos socios centristas porque estos no eran claros en su respaldo al Ejecutivo.
También reivindica su proximidad a Philippe la diputada Valérie Petit, disidente del partido «macronista», que acusa al presidente de «no escuchar las propuestas liberales que fueron claves para su victoria».
«Con esta maniobra queremos consolidar el ala más a la derecha del ‘macronismo'», indica a Efe Petit, quien afirma, sin embargo, que serán leales con el presidente.
Macron deberá apoyarse en ellos para aprobar sus leyes, al igual que en los 46 centristas del Modem, con el que tiene una alianza de gobierno y junto a quienes supera ampliamente la mayoría absoluta.
La pérdida de la mayoría absoluta es más simbólica que real, según fuentes del partido de Macron, que reconocen, sin embargo, que la atomización puede acarrear problemas en un momento en el que Francia gestiona la salida de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. EFE