TORONTO/Canadá.- Una juez canadiense dictaminó este miércoles que el proceso para la extradición a Estados Unidos de Meng Wanzhou, la directora financiera de Huawei, puede proceder.
La magistrada Heather Holmes, del Tribunal Supremo de la provincia de Columbia Británica, señaló que el delito por el que Estados Unidos reclama la extradición de Meng, fraude para evadir las sanciones contra Irán, existe en Canadá, por lo que el proceso de extradición puede continuar.
La defensa de Meng, hija del fundador de Huawei y una de las mujeres más acaudaladas de China, había solicitado la anulación del proceso de extradición al considerar que Washington la acusa de violar las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Irán y que Canadá no tiene sanciones contra las autoridades iraníes.
En su sentencia, Holmes señaló que ha concluido que, «como cuestión de ley, el requisito de doble incriminación para la extradición puede determinarse en este caso. Los efectos de las sanciones de Estados Unidos pueden jugar de forma apropiada un papel en el análisis de la doble criminalidad como parte del contexto contra el que se examina la supuesta conducta».
La doble incriminación es uno de los principios básicos de los procesos de extradición y establece que, para que una persona pueda ser extraditada a otro país, el delito del que se le acusa debe ser también delito en el lugar en que se encuentra.
La decisión de la magistrada canadiense supone que el proceso para extraditar a Meng continuará en los tribunales canadienses, algo que puede durar años.
El 1 de diciembre de 2018, Meng fue arrestada por las autoridades a petición de Estados Unidos cuando hizo escala en Vancouver de camino hacia México.
Meng fue puesta en libertad bajo fianza poco después y vive con su familia en una de las dos mansiones que posee en Vancouver, la ciudad más cara de Canadá y una de las más caras de Norteamérica.
Poco después de la detención de Meng, las autoridades chinas detuvieron a dos ciudadanos canadienses, el diplomático en excedencia Michael Spavor y el empresario Michael Kovrig.
Los dos están detenidos desde entonces, acusados de «recopilar, proveer y vender secretos de Estado a fuerzas extranjeras» en celdas iluminadas 24 horas al día y sin contacto con el exterior excepto una visita al mes de funcionarios consulares canadienses en China. EFE