Haber conocido y compartido con Emilio la lucha social, sindical, política y cultural en toda América Latina, fue una de las grandes satisfacciones de mi vida y de mi lucha. Y fue en una mirada transversal, dialogante. Fue y sigue siendo un compartir amigable.
Un dirigente sindical metalúrgico, argentino (rosarino), con padres migrantes italianos, humildes, trabajadores, que de alguna manera copó el escenario latinoamericano y mundial durante 54 años, formado en la Juventud Obrera Cristiana -JOC-, dejando sus huellas dactilares en diferentes rincones de nuestro planeta, haciéndolo además con un perfil de liderazgo auténtico, con una profunda mística y una entrega total a la causa de la liberación de la clase trabajadora, de todo un sistema de explotación, y al mismo tiempo, pugnando incansablemente por la unidad e integración de America Latina-Caribe, representa todo un acumulado en términos de cultura política, visión estratégica y pasión militante.
Un hombre de pensamiento vigoroso, de acción fructífera, de pasión encendida, de entrega total. A Emilio le encantaba escribir y conversar. Su mente operaba como los “círculos operarios”.
Mi primer acercamiento a Emilio fue cuando el cro. Emigdio Colmán Nuñez, Secretario General de la Federación de Obreros Gráficos del Paraguay, en la década del 50, me proporcionó un folleto breve, pero profundo, titulado: «América Latina-Hora Cero», escrito por Emilio, luego de la caída del Gobierno del General J.D. Perón.
Mi participación y bautizo sindical a los 21 años, en la huelga general obrera del 27 de agosto de 1958, declarada por la Confederación Paraguaya de Trabajadores -CPT -, en contra de la dictadura criminal del Gral. Alfredo Stroessner, donde tuve oportunidad de ser orador en la Asamblea del Consejo Nacional de Delegados, donde se declaró la huelga, haciéndolo en representación del Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio y de la Juventud Obrera Cristiana – JOC – , me permitió ir conociendo la labor de la Central Latinoamericana de Trabajadores – CLAT – fundada en 1954, especialmente después de mi primer viaje a Lima, Perú en 1959, año en que también Emilio se incorpora a la CLASC, luego CLAT, el después de recorrer países europeos de 1957 a 1959, apoyado por la CISC, luego CMT.
Me tocó luego viajar en 1961 al Brasil, en 1963 a la Argentina, en 1964 a Europa durante 6 meses y a Venezuela en 1964. En 1965 viajé por primera vez a los EE.UU. donde estuve por un mes y medio. En estos viajes que me enriquecieron y me ampliaron la visión del mundo, ya me interrogaban sobre la presencia de Emilio, en especial en EE.UU. Todo ello me ayudó a distinguir lo falso de lo verdadero y a profundizar mi compromiso con la clase trabajadora.
Emilio, que ya comenzaba a emerger su figura, asumió la Secretaría General de la CLAT en 1966, sucediendo al cro. Golsack, imprimiendo a la organización un dinamismo extraordinario, contando con el apoyo y el acompañamiento de su querida esposa, la cra. Acacia Fernández Victorio de Máspero, gran compañera. También fue su gran apoyo la cra. Ligia Acosta.
Nos conocimos en 1962, en su primera visita al Paraguay, siendo yo un dirigente del Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio, Presidente Nacional de la JOC, miembro del Movimiento Sindicalista Paraguayo – MSP – y de la Confederación Cristiana de Trabajadores – CCT -, luego Director del Centro Paraguayo de Estudios Sociales-CEPES, muy perseguido por la dictadura. Tuvimos oportunidad de dialogar ampliamente. Me alentó y forjamos amistad.
Ante los reiterados apresamientos que fui sufriendo (en 1963 – 67 – 68), y la agudización de las medidas represivas de la dictadura, tanto las diferentes organizaciones e instituciones, del que formaba parte, a nivel nacional e internacional, me aconsejaron salir un tiempo del país para resguardarme, ya que corría peligro mi vida. La dictadura asesinaba dirigentes. Así es como me convencieron de que me fuera a Venezuela, donde se había instalado la CLAT en 1966. Lo hice en junio de 1968, donde me instalé y asumí la vicedirección del Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales – ILATES -, un instrumento de formación – educación sindical de la CLAT, entonces todavía se denominaba CLASC, que en el V Congreso, (1971), celebrado en Caracas, Venezuela, se convirtió en la Central Latinoamericana de Trabajadores – CLAT -, iniciando toda una nueva etapa en todo su quehacer.
Estando en esas tareas, en febrero de 1971, me convoca el entonces Buró de la CLAT, y el cro. Emilio, me interroga si estaba dispuesto a constituir un Instituto Internacional de Estudios y Formación Social-Sindical en la zona de la Cuenca del Plata, sede Buenos Aires C.F. y me propone ser el Director fundador del mismo, indicándome también la etapa de cruda violencia del país. Ponderando esas circunstancias y al mismo tiempo la necesidad que teníamos, de contar con un instrumento necesario y valioso para la Cuenca del Plata, como ya se tenía en Centroamérica, el ICAES, acepté el desafío.
Todo esto fue forjando una amistad muy profunda entre los dos y todo el equipo, al mismo tiempo, con un gran respeto mutuo.
Me trasladé a la Argentina en abril de 1971, e inicié la labor, prácticamente sin recursos, constituyendo el Instituto Internacional de Estudios y Capacitación Social del Sur – INCASUR -, en el espacio – tiempo de una confrontación guerrillera de alta intensidad ante la dictadura militar vigente del Gral. Lanusse, por el plan de regreso del Gral. Perón al país, después de 18 años de vivir en el exilio, y luego de su muerte, el nuevo golpe militar del 24 de marzo de 1976 y la Operación Condor. (Paraguay-Brasil-Chile-Argentina-Uruguay-Perú, etc).
Tuve la suerte de integrar un excelente equipo humano, con Guillermo Quesada, Katy Ferreira, Alfredo Di Pacce, Emma Gueiraud, Ramón Ermácora, (Director actual del INCASUR), Nacho Páez, Enrique Sosa (fue Director del INCASUR), Miguel Padilla, Nancy Cárdenas, Víctor Palma, la cra. Valentina Kocc y otros compañeros y compañeras de gran valor.
Un gran apoyo fue y sigue siendo, el acompañamiento de mi señora Lourdes María Ramírez de Romero
EL INCASUR, sigue funcionando con regularidad y el próximo año 2021, en el mes de abril, cumplirá 50 años de servicio valioso, ininterrumpido a la clase trabajadora. Sigo integrando el Equipo.
Todo el panorama de violencia, que diariamente se agudizaba, fue curtiendo nuestro quehacer y al mismo tiempo, nuestro trabajo político organizativo y tarea de formación sindical-social y política, que fue ganando espacio en toda la región de la Cuenca del Plata, con un gran prestigio. INCASUR afirmó su identidad y proyecto.
En todo este proceso de violencia, en especial a partir de la implementación del Plan Cóndor, sentimos en profundidad el acompañamiento de la CLAT y la mística de la solidaridad que siempre nos transmitió el cro. Emilio y todo el equipo CLAT/UTAL.
En todos los diferentes momentos, los riesgos era la normalidad, de tal suerte que con el cro. Carlos Cúster, responsable de la Oficina Relacionadora de la CLAT en el cono sur – ORECSUR -un extraordinario compañero, que fue diputado, Srio. Gral. de la CMT, durante 8 años, fuimos afrontando las amenazas de apresamiento, como la desaparición sistemática de diferentes integrantes de nuestro equipo humano del ORECSUR-INCASUR, que atendía los países de Argentina, el sur del Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, es decir todo el cono sur.
En muchas circunstancias arriesgamos nuestras vidas, y logramos resultados positivos en las gestiones que tuvimos que hacer, para lograr la libertad o la salvación de muchos compañeros.
En todo este tiempo, el acompañamiento de Emilio fue total, y teniendo en cuenta que el no podía ingresar al país por prohibiciones de las diferentes dictaduras, mi traslado a Venezuela nos permitía intercambiar a fondo todo, recibiendo al mismo tiempo, las orientaciones precisas y garantizando el acompañamiento total. Eso se manifestó claramente cuando caí de nuevo preso a fines de 1977 en Paraguay, siendo director del INCASUR, en una reunión semi-clandestina, realizada en la ciudad de Ypacarai, con 21 compañeros comprometidos en la lucha social y sindical. Fuimos apresados, despojados de nuestros bienes, torturados en Asunción y luego, durante todo el tiempo de estar en un campo de concentración llamado EMBOSCADA, la CLAT nos hizo llegar todo tipo de apoyo, organizando al mismo tiempo visitas de dirigentes de diferentes países, reclamando nuestra libertad.
Emilio siempre fue, y sigue siendo desde su largo reposo, un verdadero líder, con coraje para enfrentar las situaciones más difíciles, con garra para organizar las confrontaciones ideopolíticas más complejas, sin dogmatismo ni sectarismo, con tremenda fe y con profunda vocación de servicio y mística. Estábamos en la dura etapa de la guerra fría entre el capitalismo y el comunismo, apostando a una alternativa: DEMOCRACIA REAL.
La Revolución Cubana, los sistemáticos golpes militares, la Operación Cóndor, las guerrillas y todo el clima de violencia, marcó nuestras vidas y todo nuestro quehacer.
Emilio y toda la CLAT, colocado en la vanguardia de la solidaridad de la clase, siempre transmitía una concepción humanista, nos inspiramos en el humanismo integral -, y él tenía una visión geopolítica – geoestratégica muy profunda, pincelando el antimperialismo ante los EE.UU. y la URSS, un concepto de autonomía del movimiento sindical y de los movimientos sociales en general, un claro sentido de la necesidad de construir un poder propio, y para ello, contar con bases y dirigentes nacionales – regionales profundamente comprometidos, para lo cual era preciso adquirir una conciencia y existencia social lucida, como fundamento de una cultura política imaginativa-creativa, de tal suerte de adquirir la capacidad necesaria para liberarnos de la explotación capitalista – neoliberal y construir la unidad e integración Latinoamericana-Caribeña.
Así es como fuimos organizando la Universidad de los Trabajadores de América Latina – UTAL -, la primera de su género en toda la región. (1973-74-en Venezuela). En 1999 se conmemoró los 25 AÑOS.
Así se fue impulsando un proyecto histórico político, como tarea social-sindical y política del movimiento sindical y del movimiento de los trabajadores globalmente, con proyección en toda América Latina-Caribe.
En esta perspectiva, tuvimos fuertes divergencias con la ORIT, que asumía el Proyecto Panamericano, manejado por los EE.UU. y con la CPUSTAL, línea entonces soviética.
Para toda esta inmensa tarea, tuvo la visión y capacidad para integrar equipos de conducción, equipos de apoyo técnico-político, equipos de estudio-formación, equipos de combate en las organizaciones sectoriales y equipos de información, comunicación – propaganda.
Es bueno mencionar a algunos de los compañeros y compañeras que fueron integrando estos equipos, entre ell@s:
- -Eduardo García Moure, que a su muerte, asumió la Sria.Gral. de la CLAT, siendo un incansable y extraordinario organizador con dimensión política- estratégica, Carlos Cúster, quien fue llamado para asumir la Secretaría General de la Confederación Mundial del Trabajo – CMT –, que lo presidió durante 8 años. José de Jesús Plana, quien fue el primer Director General de la Universidad de los Trabajadores de América Latina – UTAL – Henry Molina, Srio.Gral.Adjunto y Canciller de la CLAT, José Merced González-fue Srio.Gral. Adjunto de la CMT y Director de la UTAL, Enrique Marius, Srio.Gral.Adjunto y nuevo Canciller, Pte. de CLADELHT – – Carlos Moris, Srio.Gral.Adjunto y Srio. De Finanzas – Eduardo Estévez-Coordinador de todo el Sector Público, Responsable de la Acción Profesional-sectorial y Srio.Gral.Adj. De la CMT,-Víctor M.Durán- fue Director de la UTAL – – Fulgencio Bareiro, Rodolfo Romero G, Srio.Gral.Adjunto, Eladio Benítez, Acacia Fernandez, Directora ILACDE, Víctor de Gennaro, Germán Abdala, Ruy Brito, Amable Scoop, Dagoberto Gonzalez, Miguel Gazzera, Héctor Quagliaro, Jorge di Pascuale, Juan Carlos Schmid, Mitil Ferreira, Joao Domingo, Julio Roberto Gómez, Sergio Arnoud, Francisco Verano, Luis Gauterio Galho, Gabriel del Río, Narciso Castillo, Anselmo Pontilius, Perci Oyola, Aníbal Martínez, Gumercindo Galeano, Bernardo Zárate, Angel Gimenez, Pedro Machado, Cérvulo Bautista, Carlos Gaitán, Julián Licastro, Paul Nerhu T, Oscar Martinez, Nazario Viveros, Alicia Fondevila, Marcial Caballero, H. Benoit, Pedro León Trujillo, Dante Oberlin, Manuel Zaguirre, Gertrau Klinger, Willy Peirens, Robert DHondt, Verónica Rouseau, Omar Machado, Antonio Zangrando, Alberto Melgarejo, Peat Nelissen, Mamá Tingó, Rubén Dario Gonzalez, María de Hernandez, Dennis Cabeza, Jorge de Oliveira, Carlos Huembes, Marcelo Luvecce, Amador Ruiz Aravena, Victoriano Zacarias, Horacio Mujica, Rodolfo Capón Filas, Rogerio Dalló, Humpreih Mongen, Carlos Molina, Fernando Ibarra, Horacio Ghilini, Mario Morán, Jaime Manzo, Claudio Corries, Sergio Neves, Maria Julia Lara, Pedro Risso, Oscar Meza, Juan Frances, Ysabelle Hoferlin, Luis H. Rios, Leila Escobar, José Alberto Castillo, Cicero Pereira da Silva, Esperidon Villa, Tadeu Amaral, Wolf Stiklas, Hubert Dirksz, Heberto Ferrer, Mauro Silva, Galo Pochelú, Alejandro Bernal, Efren Delgado (fue Director de la UTAL),Juan Carlos Herrera, Laerte Teixeira, Walter Tesch, Alfredo Ferraressi, Víctor Carricarte, Santiago Pereira, Carlos Frez, Roberto Mejía, Amancio Pafundi, Luis Lopez Altamirano, Raúl Huerta, Luis Antezana, Oscar Semerel, Roland Ignacio, Silvana Suero, Olman Chinchilla, Felicito Avila, George Fortuné, Mariano Benitez, Humberto Soto, W.Guglia, Graciela Olmos, José Gómez Cerda, Roberto Repetto, Mirian Luz, Zuliana Lainez, José Pinzón, Juan Manuel Peralta, Pedro Parra, Felipe Burgos, Carlos Navarro, Franklin Rondón, Lázaro Rojas, Miguel Zayas, Eduardo Ojeda, Juan Torales, Margarita Capurro, Alfredo Lazo P., José Lasso, Waldo Tarqui, William Millán Monsalve, Federico Torres, J.Miranda, Mariano Mena, Luis A. Resck, Efigenio Fernández, Odilón Gavilán, Jorge Cuisana, Wilson Alvarez, Juan Horvath, Osvaldo Herbach, Carmelo Afattato, Guillermo Romero, Ricardo Ramírez,Yolanda Cáceres, Marcela Máspero, Carmen Gloria Dubreuil, Amalia Romero, Mariela Estrada y muchas compañeras y cros. en toda la región, obreros, jubilados, campesinos, aborígenes, defensores Derechos Humanos, de juventud,compañeros y cras. represaliad@s, pres@s, torturad@s, asesinad@s, exiliad@s.