VIENA.- Irán advirtió este martes de que las presiones de tres países europeos -Alemania, Reino Unido y Francia- pueden minar su cooperación con los inspectores internacionales del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
En un comunicado emitido en Viena el representante iraní ante el OIEA, Kazem Gharibabadi (foto), considera como «decepcionante y totalmente contraproducente» una resolución que quieren presentar esos tres países para demandar el acceso de los inspectores a dos lugares en Irán donde se sospecha que hubo actividades nucleares no declaradas en el pasado.
MÁS COOPERACIÓN
El director general OIEA, el argentino Rafael Mariano Grossi, demandó el lunes a Irán cooperar «inmediata y plenamente» con sus inspectores para esclarecer esas sospechas y mostró su «profunda preocupación» por la falta de cooperación iraní.
La junta de gobernadores del OIEA se celebra esta semana de forma virtual debido a la pandemia de la COVID-19.
Gharibabadi advierte de que una politización de la Junta «socava la cooperación entre Irán y la agencia (nuclear de la ONU)».
«Naturalmente, si se adopta dicha resolución, que está claramente en línea con los objetivos de Estados Unidos, Irán no tendría más remedio que tomar las medidas apropiadas», expone el diplomático sin entrar en más detalles.
CRÍTICA AL ORIGEN DE LA INFORMACIÓN
El representante afirma que Teherán coopera de forma «amplia y constructiva» con el OIEA y que sus peticiones de acceso deben basarse en información independiente, y sostiene que este no es el caso, ya que proviene de la inteligencia israelí.
«Las solicitudes de la agencia se basaron en alegaciones proporcionadas por el régimen israelí, un ardiente enemigo de la República Islámica de Irán», sostiene el diplomático.
Desde febrero pasado, los inspectores del OIEA vienen exigiendo acceso a dos instalaciones de dónde proceden rastros de materiales fisibles no esclarecidos, que podrían ser resultado de actividades nucleares no declaradas de hace más de 15 años.
Irán, por su parte, asegura que se trata de un asunto ya resuelto en el marco de la entrada en vigor del acuerdo nuclear de 2015 y que con esto se intenta reabrir cuestiones ya zanjadas.
El llamado «plan de acción conjunto» (JCPOA, en sus siglas en inglés) establece una serie de limitaciones al programa atómico de Irán para evitar que este país se pueda hacer con bombas atómicas en el corto plazo, a cambio del levantamiento de sanciones y alivios comerciales.
El pacto está en peligro de deshacerse desde 2018, cuando EE. UU. decidió abandonarlo de forma unilateral e imponer nuevamente sanciones contra Irán, que el resto de firmantes (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) no han sido capaces de contrarrestar.
Irán, por su parte, incumple el acuerdo nuclear desde el año pasado de forma puntual para presionar a los países europeos a que hagan efectivas las ventajas económicas que ofrecía el acuerdo a cambio de que Teherán limitase sus actividades nucleares. EFE