LA PAZ.- La líder parlamentaria boliviana Eva Copa advirtió que las elecciones generales pendientes podrían adelantarse al 2 de agosto, aumentando la presión para que la presidenta transitoria Jeanine Áñez promulgue la ley que fija los comicios para el 6 de septiembre.
La gobernante, que se ha negado a firmar esa ley con el argumento de que prefiere atender la pandemia de COVID-1, enfrentaba además las demandas de fuerzas políticas y del presidente del Tribunal Electoral, Salvador Romero, quien rechazó la sugerencia presidencial de posponer los comicios hasta noviembre.
«De no promulgar la ley que le fue remitida, solamente estaría adelantando la realización de los comicios al 2 de agosto de 2020, como establece la Ley 1297 (todavía vigente), del 30 de abril», dijo Copa en una dura carta de respuesta a otra poco amigable comunicación de Áñez.
La presidenta transitoria tiene plazo constitucional hasta el venidero fin de semana para firmar la ley, que en caso contrario podría ser promulgada por Copa o simplemente quedar sin efecto, dejando vigente una ley previa que dispone elecciones en agosto.
DISPUTA POLÍTICA
La disputa sobre la fecha de los comicios, pendientes tras resultar suspendidos en mayo a causa de la emergencia sanitaria, caldeaba el ambiente político al cumplirse poco más de siete meses desde que Áñez se autoproclamó presidenta transitoria ante el derrocamiento del Gobierno de Evo Morales.
«Su única misión era convocar a elecciones. ¿Lo comprende? No tenía ningún otro propósito; sin embargo, su Gobierno está destruyendo los cimientos del Estado de derecho y del Estado Plurinacional que con tanto esfuerzo construimos», cuestionó a Áñez la senadora Copa, del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales.
La carta de Copa era la respuesta formal a otra con la que Áñez había exigido que el parlamento justifique científicamente la fijación de una fecha de votación que podría coincidir con la pandemia de COVID-19 todavía en curso.
«Es comprensible que usted y otros líderes políticos no quieran elecciones porque llegaron al poder sin que el pueblo los haya elegido», afirmó Copa, recordando que la Presidenta dijo en noviembre, entre lágrimas, que su paso por el Palacio de Gobierno «es simplemente una transición, es solamente para llamar a elecciones».
Agregó que «la pandemia no puede ser utilizada como excusa para vulnerar derechos fundamentales, como lo han observado varios organismos internacionales, y tampoco para prorrogarse en el Gobierno».
Sostuvo que Bolivia necesitaba «un Gobierno legítimo que goce de la confianza del voto del pueblo para enfrentar la crisis política, sanitaria, económica y social».
En cambio, añadió Copa, el Gobierno transitorio no ha respondido eficazmente a la crisis múltiple ni informado adecuadamente al parlamento sobre «los miles de millones de dólares de donaciones y créditos» que dijo haber conseguido para enfrentar la pandemia y reactivar la economía.
Más temprano, Romero, del TSE, urgió a Áñez a promulgar la ley de elecciones asegurando que «es posible llevar adelante y de manera simultánea la protección de los derechos vinculados a la salud y el ejercicio de los derechos políticos».
Áñez había sostenido que «postergar un mes o dos meses (las elecciones) no le va a hacer daño a nadie», a lo cual Romero respondió que «Bolivia no es el único país que está realizando elecciones en estas circunstancias difíciles».
Según el calendario electoral que sería reactivado luego de la promulgación de la ley, las campañas proselitistas se reanudarían en la segunda quincena de julio.