Brasil se igualó este viernes a Estados Unidos en la penosa estadística de coronavirus, que los tiene como únicos países en el mundo que han superado el millón de contagios y, en ambos casos, con la pandemia aún en plena expansión.
En Brasil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la situación es más grave, pues la pandemia aún no cede y el país está próximo del invierno austral, un período en que circulan todas las enfermedades respiratorias estacionales que, sumadas al COVID-19, pueden agravar la situación hospitalaria.
De acuerdo con el boletín diario emitido por el Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas se registraron en Brasil 1.206 fallecidos, lo que elevó el total de muertes a 48.945, aunque existen todavía 476.759 pacientes que continúan en observación, lo que sugiere que esa cifra seguirá en aumento durante los próximos días.
El número de casos confirmados se incrementó en 54.771 -un nuevo récord diario-, para superar la barrera del millón y llegar a 1.032.913.
Brasil sigue siendo el segundo país más afectado del mundo, por detrás de Estados Unidos, que, según estadísticas de la Universidad Johns Hopkins, una referencia sobre la evolución del coronavirus en el mundo, tenía al día de hoy 2,21 millones de casos confirmados y 118.967 fallecidos.
El millón de casos en Brasil fue superado cuando se cumplen 100 días del momento en que la OMS declaró oficialmente la pandemia, el pasado 11 de marzo.
Brasil tenía entonces apenas 52 enfermos confirmados y la primera muerte fue registrada una semana después.
Desde marzo, la escalada ha sido virulenta, si bien ahora muchos especialistas creen que la pandemia comienza a estabilizarse.
Sin embargo, esa estabilización se da por encima de los 1.000 muertos por día y sin señales de que vaya a comenzar el descenso de un pico que, en el caso de Brasil, algunos expertos señalan que en realidad será más parecida a una «meseta», la cual será atravesada a lo largo de algunas semanas.
De todos modos, por las propias dimensiones de Brasil, en cuyo territorio cabe casi toda Europa, y por las diferencias climáticas entre sus estados, los científicos coinciden en que habrá distintos picos regionales y no solamente uno a nivel nacional.
LA DESESCALADA SE ACELERA PESE A QUE LA PANDEMIA NO CEDE
A pesar de esos datos crecientes o estabilizados en tasas aún elevadas, la mayoría de los estados de Brasil, incluso algunos de los más afectados, mantienen una rápida desescalada y retomada de las actividades económicas, con la consecuente relajación de todas las medidas de aislamiento social.
Uno de esos casos es el estado de Sao Paulo, el más poblado e industrializado del país, pero también el más golpeado por el virus.
Este viernes, Sao Paulo llegó a 211.658 contagios y a un total de 12.232 muertos, pero en ambos casos con aumentos diarios cercanos a los más altos que se habían registrado hasta ahora.
Aún así, presionadas por la precaria situación económica de la enorme mayoría de la población, las autoridades han ratificado las medidas que suavizan las cuarentenas, aun cuando se exigen medidas de precaución para aquellas personas que circulen por las calles.
En una situación similar está Río de Janeiro, estado que este viernes registró un número récord de contagios en 24 horas (6.061) para llegar a un total de 93.378, con 8.595 muertes.
Sin embargo, las autoridades de Río de Janeiro también promueven la retomada de todas las actividades económicas e incluso de todos los espectáculos deportivos, lo que incluye al fútbol, que la noche de este jueves volvió a ser jugado, nada menos que en el céntrico estadio Maracaná.
Fue sin público y con medidas de prevención, pero el Flamengo y el Bangú retomaron el Campeonato Carioca, que había sido suspendido en marzo y que continuará ahora el fin de semana, pese a que dos de los equipos más importantes de la ciudad, Botafogo y Fluminense, se oponen a jugar.
Por ahora, ese paso con el fútbol solo ha sido dado en Río de Janeiro, en tanto que los otros estados del país planean mantener suspendidos sus campeonatos al menos hasta el mes próximo. EFE