MOSCÚ.- Moscú inició este martes la última fase de la desescalada, con la apertura de restaurantes, gimnasios y otros negocios, con 1.081 nuevos contagios de COVID-19 registrados durante la última jornada.
«Es un 24 % menos que la semana pasada», afirmó el gabinete de crisis creado para gestionar la emergencia sanitaria.
El restaurador Maxim Popov dijo a Efe en el centro de Moscú que es prematuro hacer pronósticos sobre la posibilidad de alcanzar la demanda previa a la pandemia, pero se congratuló por la «dinámica positiva» de la reapertura de las terrazas la semana pasada.
«Esperamos tener la misma afluencia de personas que se dio en las terrazas tras su reapertura», dijo.
De acuerdo a las autoridades capitalinas, la cifra de los infectados con el nuevo coronavirus sigue descendiendo, lo que permite a Moscú levantar la mayoría de las restricciones impuestas para frenar la pandemia.
«En comparación con la semana del 8 al 14 de junio, los nuevos casos registrados bajaron en un 10 %, mientras que el 20 de junio por primera vez en dos meses y medio detectamos menos de un millar de nuevos enfermos», escribió en su blog el alcalde moscovita, Serguey Sobianin.
Este martes, en la capital rusa también reanudarán su labor los jardines infantiles y las agencias de viajes.
La vuelta al trabajo habitual de las agencias turísticas, explicó Sobianin, está relacionada con la reapertura gradual de las regiones y la temporada de viajes, sin embargo, las excursiones por Moscú aún no están permitidas, matizó.
También se reabrieron hoy las bibliotecas y las piscinas, así como el parque Zariadie, cerca del Kremlin, y se reanudaron los viajes en barco en el río Moscova.
«Cada día y cada semana observamos y analizamos en detalle la situación con el coronavirus», aseguró Sobianin, quien previamente había advertido de que las restricciones pueden volver si la situación epidemiológica empeora.
Al mismo tiempo, el alcalde de Moscú manifestó la semana pasada que el teletrabajo sigue siendo recomendable en la capital durante «un mes o dos».
El número de las hospitalizaciones por la COVID-19 en la ciudad pese a experimentar una caída, aún se sitúa en unos 500 casos diarios, según las autoridades.
Hace una semana, la capital rusa, el principal foco de la pandemia del nuevo coronavirus en el país, dio un paso más en la desescalada con la reapertura de terrazas, museos y zoos, entre otros negocios.
Muchos expertos han expresado su preocupación por el levantamiento de las restricciones sanitarias en Moscú, que vinculan con la parada militar del 24 de junio y la votación -la semana que viene- de las enmiendas constitucionales que permitirían al presidente, Vladimir Putin, mantenerse en el poder después de 2024.
Según una encuesta, la gran mayoría de los habitantes capitalinos evitarán mañana participar en celebraciones con ocasión de las conmemoraciones del 75 aniversario de la victoria soviética sobre Alemania nazi, una recomendación que expresaron también las autoridades de la ciudad. EFE