LONDRES.- El Reino Unido comunicó este domingo 22 muertes por COVID-19, hasta un total de 44.220 fallecidos desde que comenzó la pandemia de coronavirus, así como la detección de 516 nuevos contagios.
La cifra de muertos conocida hoy, un día después de que se reabrieran bares y restaurantes en Inglaterra, es más baja que las de las dos jornadas anteriores (137 el viernes y 67 ayer).
Las imágenes de calles atestadas de gente el sábado por la noche en diversos puntos del país, particularmente en el céntrico distrito del Soho londinense, han avivado la preocupación por posibles rebrotes.
La policía metropolitana de la capital británica ha informado de que sus agentes se vieron obligados a forzar el cierre de «un número limitado» de locales antes de la hora prevista debido a un exceso de clientes.
El portavoz de la Federación de Policía inglesa, John Apter, ha advertido de que el sábado quedó demostrado «con meridiana claridad que los borrachos no pueden y no van a respetar la distancia social» de un metro que ha decretado el Gobierno.
Apter relató cómo durante su turno nocturno en Southampton (sur de Inglaterra) se vio obligado a lidiar con «hombres desnudos, borrachos felices, borrachos enfadados, peleas y más borrachos enfadados».
El ministro de Salud, Matt Hancock, aseguró por su parte que la «gran mayoría de la gente» cumplió con las normas de seguridad y actuaron de forma responsable.
«En conjunto, estoy satisfecho con lo que ocurrió ayer, estuvo muy bien ver a la gente otra vez en la calle y respetando en general la distancia social», afirmó.
El primer ministro, Boris Johnson, salió esta tarde a la puerta de su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street, para sumarse a un aplauso nacional dedicado a los trabajadores del sistema público de salud (NHS), que hoy celebra el 72 aniversario desde su creación.
El príncipe Carlos, heredero al trono británico, rindió tributo por su parte a la labor de los empleados sanitarios «durante el periodo que más ha puesto a prueba a este servicio en su historia». EFE