ANKARA.- «Ahora ya eres gay» es una frase que se ha convertido en viral este lunes en las redes sociales en Turquía, en respuesta al tuit de un diputado del partido islamista Justicia y Desarollo (AKP), en el Gobierno, que criticaba el uso de colores arcoiris en el urbanismo por «incitar a la homosexualidad».
Hamza Dag, vicepresidente del AKP, difundió en la red Twitter fotografías de la alcaldía de Esmirna, recién pintada con vivos colores – rojo, amarillo, verde, azul- y acusó al alcalde, el socialdemócrata Tunç Soyer, de «legitimar la perversión».
«El señor Soyer puede pintar su habitación con colores LGBT, es su opción personal. Pero no puede pintar un edificio público de colores que simbolizan la perversión y pretenden legitimar la pedofilia y el incesto», tuiteó el diputado.
Seguidores suyos aplaudieron el tuit y añadieron otros ejemplos: actualmente, los cartones de la leche que se distribuye gratis a los escolares en Esmirna muestran un arcoiris sobre un prado con vacas.
En respuesta, numerosos usuarios de Twitter difundieron fotos de cualquier objeto que muestre una gama de colores similar, con comentarios jocosos y el «hashtag» turco «SuanLgbtlioldun», equivalente a «Ya te has vuelto gay».
Desde distintos modelos de helados hasta expositores de fruta, ovillos de lana, bolígrafos, logotipos de empresas de pintura o cadenas de televisión, revoltijos de cables eléctricos, un paisaje peruano e incluso surtidos tradicionales de azúcar otomano… la peligrosa combinación cromática parece acechar por doquier a una ciudadanía incauta.
«Si se lo permitimos, esa gente lo pintaría todo de negro», se limitó a responder el alcalde de Esmirna en conversación telefónica con Efe, en referencia a la corriente conservadora islamista representada por el AKP, que gobierna Turquía desde 2002.
«Tienen una mente totalmente distinta de la nuestra. Están en contra de una ciudad de colores. Debaten incluso retirarse del Tratado de Estambul (sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres) firmado hace 9 años», lamentó el alcalde.
No es la primera vez que los colores provocan polémica: durante las protestas antigubernamentales de Gezi en 2013, un grupo de activistas pintó con los colores del arcoiris una gran escalera en el barrio de Taksim, acción que fue revertida inmediatamente por una brigada municipal armada de mucha pintura gris.
La pelea cromática llegó entonces a las portadas de la prensa y provocó tanta hilaridad que el gobierno municipal, en manos del AKP, cedió: restituyó los colores, los renueva periódicamente y la «escalera arcoiris» es hasta hoy un popular punto de encuentro de turistas y jóvenes locales para hacerse fotos. EFE