MADRID.- Las autoridades regionales españolas toman medidas cada vez más drásticas para frenar los nuevos brotes de coronavirus en todo el país desde que terminó el estado de alarma hace un mes, como el uso obligatorio de mascarilla, la prohibición de actividades de ocio nocturno y la limitación de los movimientos de población.
Es el caso de Totana, una localidad de 32.000 habitantes de la región de Murcia (sureste), con un aumento importante de casos -55 en las últimas horas- relacionados con la asistencia a un local de ocio nocturno, uno de los focos más importantes de contagio en estos momentos en buena parte de España.
El gobierno regional anunció este jueves que se reimplantarán medidas restrictivas para que la población de Totana permanezca confinada en sus viviendas, salvo por causa justificada (trabajar o comprar alimentos y medicamentos); tampoco se podrá entrar ni salir de la localidad y se restringe la asistencia a establecimientos comerciales y actividades de otro tipo.
El consejero regional de Salud, Manuel Villegas, hizo un llamamiento especial a la comunidad latinoamericana afincada en Murcia, que aglutina el 60 % de los contagios por coronavirus.
El Ministerio de Sanidad español notificó este miércoles el número más alto de contagios de coronavirus en un solo día desde que terminó el estado de alarma, con 730 nuevos infectados.
España tiene actualmente 224 brotes activos, con 2.622 casos asociados, con las regiones limítrofes de Aragón y Cataluña (noreste) como las más afectadas.
Para contener la transmisión del virus, el Ayuntamiento de la ciudad de Zaragoza (capital de Aragón) penalizará el llamado «botellón», o celebraciones en grupo al aire libre, generalmente de jóvenes que consumen bebidas alcohólicas en espacios públicos.
En Vigo (región de Galicia, noroeste), alrededor de una veintena de personas permanecen aisladas tras asistir a una fiesta privada en un barco, una de las cuales dio positivo por COVID-19, informaron fuentes del Servicio Gallego de Salud. EFE