PARÍS.- Jacqueline Sauvage, la mujer que se convirtió en Francia en símbolo de la violencia machista tras haber sido condenada a diez años de cárcel y posteriormente indultada por haber matado a su marido, que la maltrataba, ha fallecido a los 72 años, informaron este miércoles los medios locales.
Sauvage murió el pasado 23 de julio en su domicilio de La Selle sur le Bied, al sur de París, y su funeral tuvo lugar este martes, precisó el periódico La République du Centre.
La mujer fue condenada en octubre de 2014 a diez años de prisión por haber asesinado dos años antes a su esposo con tres disparos de fusil por la espalda.
Ella aseguró en sus juicios que no tenía intención de matarle pero que no le quedó más remedio por la violencia física, verbal y sexual que sufrió durante casi cinco décadas.
Tanto en primera instancia como en apelación, los dos jurados populares la consideraron culpable y la Fiscalía señaló que no se podía invocar la legítima defensa porque siempre pudo abandonar a su marido, cosa que no hizo.
Su caso saltó a la luz pública cuando su comité de apoyo, en el que estaban artistas e intelectuales franceses, logró recopilar cientos de miles de firmas pidiendo su salida de la cárcel al entonces presidente de Francia, François Hollande.
En enero de 2016, el ex jefe de Estado socialista le perdonó parcialmente dos años y cuatro meses de pena y en diciembre de ese mismo año le concedió el indulto total, que le permitió salir de la cárcel de forma inmediata, tras haber pasado cuatro años entre rejas.
Sauvage se convirtió en símbolo de quienes solicitaban que los malos tratos puedan ser considerados como un motivo de legítima defensa, un atenuante que no se tuvo en cuenta en su juicio.
La decisión de liberarla obtuvo el consenso de los partidos franceses, desde la extrema izquierda hasta la ultraderecha, pero entre las reacciones discordantes estuvo la de la Unión Sindical de los Magistrados, que la consideró «hipócrita» y un desprecio a la independencia judicial.
Su único hijo se suicidó el mismo día en que ella mató al marido y sus otras tres hijas reclamaban desde hacía tiempo su puesta en libertad y habían denunciado que su padre también las había violado a ellas.
El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, señaló este miércoles que el combate de Sauvage y el de «miles de mujeres» francesas contra esa plaga no cesará, y subrayó la voluntad de su Ejecutivo de seguir avanzando en ese camino. EFE