La Liga 1 tiene una oportunidad de oro para que los clubes expongan sus mejores armas y estrategias calculadas para que el Torneo Apertura no se reduzca a tibias intentonas y pueda el certamen culminarse en medio de la pandemia y el desorden.
El criticado comportamiento de los barristas de Universitario que bajo el pretexto de estar al lado del equipo para celebrar el aniversario, rociaron combustible para que las autoridades se vieran en la obligación de detener el desarrollo de la fecha 7.
La farsante actuación del hincha que se disfraza para cometer fechorías bajo el escudo de ser un aficionado al fútbol, provoca todo el desorden de incalificables hechos que tiene en jaque al campeonato peruano.
No es de ahora, el hincha que aprovecha para causar el caos, se han multiplicado con dosis de crueldad como aquel recordado partido entre Universitario y Sporting Cristal que se jugó en el Lolo Fernández y fue encubridor disfraz para quemar el bus de los celestes.
Se hizo las investigaciones y no se encontró culpables. Con leyes con escasa severidad han hecho que los malhechores con camiseta de algún club se recreen en su fango para atentar contra el orden ante cualquier partido que tenga convocatoria para cometer sus fechorías.
Los hinchas violentos de Universitario, por coincidencia, no han dejado de cargar sus municiones de rancio destino contra los pobladores de los alrededores del Monumental para atemorizarlos con apedreamiento de sus casas, blancos de las insanas conductas de los que convierten la fiesta del fútbol en una danza de pánico.
Los clubes han licuado surtidas acciones que van desde el empadronamiento a la militancia responsable hasta llamadas de atención a los jefes de las barras para una paz muchas veces interrumpidas por el desgaste pacífico de los violentos que no dejan pasar cualquier ocasión para armarse de sus maliciosos proyectos para arremeter contra la calma de la población.
No es solamente el hincha violento de Universitario, el derrame alcanza a los seguidores de Alianza Lima, Sport Boys y Sporting Cristal. En menos dosis con los clubes del interior del país.
Un razonamiento oportuno salió de las paredes de la Videna con el pronunciamiento de Juan Carlos Oblitas, Director de la Federación Peruana de Fútbol, para indicar que la paralización del campeonato afectará directamente a la selección peruana.
Una suerte de muerte súbita afectaría la próxima clasificación al Mundial de Qatar 2022 si es que la actividad local se detiene en sentido de la decisión de Ricardo Gareca de echar mano a los que actúan en el torneo local para la convocatoria para hacer frente los partidos de las eliminatorias que la Conmebol pretende realizar en octubre próximo.
En el Mundial de Rusia 2018 la asistencia peruana después de 36 años despertó el sentimiento del hincha para ofrecer su mejor versión y ser calificada por FIFA como la mejor hinchada del mundo.
Esos hinchas que captaron la atención mundial debemos cuidar. Se convierta en el muro de contención para frenar al mal hincha que definitivamente no forma parte de la invitación de los que aman el fútbol.